Ventajas de la calefacción a gasoil frente a la calefacción eléctrica

Ventajas e inconvenientes del sistema de calefacción eléctrica

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Calefacción a gasoil

La calefacción es un bien necesario e indispensable en la mayoría de hogares y recintos de España, pero también representa un gasto considerable en cualquier economía. Como es lógico, los mayores picos de gasto se alcanzan durante los meses de invierno, pero generalmente se nivela con su uso nulo en verano y durante otros meses del año. 

Tener unos costes bajos de calefacción es uno de los grandes objetivos para muchas familias a la hora de configurar la economía del hogar, del mismo modo que supone un elemento con mayor o menor relvancia para cualquier centro, empresa, comercio u oficina. Para ello es esencial tener bien claro las necesidades y prioridades de cada caso. No es lo mismo tener que calentar una nave industrial que una oficina pequeña; o hacer un uso muy puntual o tener un requerimiento constante.

En España, más de 10 millones de hogares cuentan con un sistema de calefacción, ya sea con formatos de distribución central, individual o mediante el empleo de algún aparato independiente. Actualmente hay cuatro sistemas predominantes de calefacción: gas natural, gasoil, energía eléctica o por combustión de pellets. 

Cada uno cuenta con una serie de ventajas e inconvenientes. Los más habituales en zonas urbanas y nuevas construcciones son los sistemas eléctricos y de gas, aunque esto no significa que siempre sean los más rentables. He aquí donde surge la disputa con otros sistemas de menor coste, como el gasoil, aunque también es una energía menos limpia que la eléctrica.

Estos son los grandes pros y contras del sistema eléctrico y de la calefacción por gasoil:

Ventajas e inconvenientes del sistema de calefacción eléctrica

Como su propio nombre indica, la calefacción eléctrica se nutre directamente del suministro de energía eléctrica para calentar el fluido que contienen los calentadores y emitir calor. Su acción queda directamente reflejada en la factura de la luz, lo que la convierte en uno de las opciones más caras. Además, la mayoría de calentadores no tienen mucha potencia y resultan insuficientes en grandes espacios o, en caso de ofrecer una gran capacidad, requieren de mucha energía conseguir la temperatura adecuada. 

Otro factor a tener en cuenta es que su coste queda sometido al precio de la electricidad y sus posibles fluctuaciones.

La gran ventaja del sistema eléctrico es su proceso de instalación: basta con conectar los radiadores eléctricos. Se trata de un sistema más habitual en segundas residencias o donde se lleven a cabo estancias puntuales y cortas. También es una opción más propia de zonas donde el clima es bastante templado (la costa mediterránea de España) donde únicamente se emplea en fechas bastante concretas.

La calefacción eléctrica presenta otras ventajas como que no requiere el almacenaje de ningún combustible; los dispositivos son independientes y suelen caracterizarse por su fácil movilidad; y tanto la regulación de la temperatura como su puesta en marcha o apagado son mecanismos muy rápidos, cómodos y sencillos.

 

Ventajas e inconvenientes del sistema de calefacción por gasoil

El gasoil sigue siendo un combustible muy habitual en muchas zonas de España a la hora de proporcionar calefacción y calentar agua. Las calderas de gasoil son una garantía a la hora de acondicionar térmicamente espacios grandes, comunidades o en zonas rurales, superficies industriales y ganaderas. Es importante tener en cuenta que existen dos tipos de calderas que influirán en el proceso de calentar agua: instantáneas o de demanda (aquellas que calientan agua en el momento) o de acumulación

La mayor de las ventajas de la calefacción por gasóleo es que es un producto económico que se puede conseguir en gasolineras o a través de servicios de distribución como el de Vilalta. Además, los precios de las calderas son relativamente bajos si los comparamos con los generadores de otros sistemas de calefacción. También se caracterizan por ofrecer una gran durabilidad y prácticamente ningún gasto de mantenimiento. 

En definitiva, se trata de un método de calefacción muy económico, pero también hay que tener en cuenta que el precio del gasoil está sujeto a la fluctuación del mercado del petróleo. Del mismo modo, y a diferencia de la energía eléctrica, el gasoil se puede comprar en grandes cantidades lo que permite abaratar el coste del producto; siempre que se disponga de un espacio bien amplio y acondicionado para almacenar el hidrocarburo.

Entre los principales inconvenientes que encontramos a la hora de emplear el gasóleo como sistema calefactor está su naturaleza inflamable y contaminante para el medio ambiente.

Conclusión

Pese a que ambos sistemas dependen de la variabilidad del precio del combustible (energía y gasóleo), desde un punto de vista económico, un sistema calefactor de gasoil resulta más barato que el eléctrico y ofrece mayor capacidad de acción. Sin embargo, la energía eléctrica es más limpia, menos contaminante y, generalmente, es más fácil de instalar.

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