La revista ‘Foreign Policy’ elabora un informe que señala a Francia, Rusia y Jordania como los peores países para ser terrorista, y no cita a España

Francia, Jordania, Egipto, Singapur y Rusia son los ‘peores países del mundo para ser terrorista’, según un informe elaborado por la revista ‘Foreign Policy’. La publicación especializada en relaciones internacionales no menciona a España o Israel entre los países que “se lo ponen más difícil a los terroristas”.

El último número de la edición internacional de ‘Foreign Policy’ destaca Francia, Jordania, Egipto, Singapur y Rusia como los países que responden con mayor dureza al uso del terror. El artículo asume que “combatir el terrorismo transnacional normalmente implica la desagradable decisión entre proteger los derechos civiles de la población o asegurar la seguridad del país”.

Los países citados han optado por esa segunda opción, publica FP, convirtiéndose en “ese tipo de sitios en los que no te gustaría que te cogieran planeando ninguna masacre terrorista”. En este sentido, la publicación explica como pese a que gran parte de los americanos “suelen ver a los franceses un poco blandos” cuando se tata de la lucha antiterrorista, la legislación francesa en esta materia es una de las más duras del mundo.

En Francia, las investigaciones sobre terrorismo están ‘monitorizadas’ por un grupo de magistrados con “poderes sin precedentes” para seguir a los sospechosos, pedir la colaboración de otros actores del poder judicial o detener a los sospechosos durante días sin necesidad de cargos concretos. Además, están autorizados para perseguir el terrorismo fuera de sus fronteras si hay indicios de que el objetivo de los supuestos terroristas es de nacionalidad francesa. 

Gracias a esta política, expone la publicación estadounidense, “Francia no ha sufrido ni un solo ataque en su territorio desde el 11S, aunque aseguran que han frustrado varios intentos”, incluyendo episodios de guerra química planeada por rebeldes chechenos, detonación de varios aviones en aeropuertos parisinos o una conspiración para destruir la Torre Eiffel. Los ciudadanos franceses están preocupados no obstante por esas detenciones, ‘sine die’ en muchos casos, así como por las repetidas denuncias de brutalidad policial.

El segundo lugar de este ‘Top5’ de la lucha antiterrorista es para Jordania, donde la erradicación del terrorismo se ha convertido en una prioridad tras los atentados cometidos por Al Qaeda en la capital, Amán. El Departamento General de Inteligencia jordano ha forjado fuertes alianzas con líderes tribales que le suministran información sobre las actividades de los radicales iraquíes y sirios. De esta forma, el rey Abdullah II refuerza su ayuda a EE.UU e Isarel en la lucha contra el terrorismo fundamentalista islámico.

Ha sido el propio ‘número dos’ de al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, quien ha asegurado que el Departamento de Estado de Seguridad en Egipto “sabe más que nadie de los movimientos islamistas más que esos propios movimientos”. Desde las repetidas victorias de los Hermanos Musulmanes en la década de los noventa, el presidente egipcio Hosni Mubarak ha endurecido su política contra los radicales, prohibiéndoles participar en política y aplicando “torturas rutinarias” a los prisioneros. 

Las actuaciones de Mubarak han facilitado la “práctica eliminación” de la ‘Yihad Islámica de Egipto’ de Zawahiri. No obstante, los activistas de Derechos Humanos denuncian constantemente el “libre uso de las torturas” que llevan a los prisioneros a confesar “crímenes reales o imaginarios”.

Singapur, indica Foreign Policy, “ha tenido un enorme éxito” a la hora de combatir el terrorismo local, acabando con grupos terroristas –muchos de ellos ‘filiales’ de Al Qaeda- como la Jemaah Islamiyah. Ese éxito se debe al uso combinado de tácticas de las Fuerzas Armadas e inteligentes programas de rehabilitación para ‘reinsertar’ a los militantes islamistas arrestados. Estados Unidos está tomando nota de estos programas de rehabilitación y estudia su aplicación como alternativa a la detención indefinida.

El último de los ‘infiernos del terrorismo’ es Rusia, donde desde el nombramiento de Vladimir Putin como primer ministro elevó las operaciones contra la insurgencia en Chechenia a prioridad para la seguridad nacional. Prueba de ello fue la contundente respuesta del ahora ex dirigente ruso al secuestro de un teatro en Moscú a manos de rebeldes chechenos en 2002.

 

Video del día

6 de cada 10 de los que van en bici o en
patinete en ciudad no llevan casco
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato