Malabarista, un trabajo para tiempos de crisis. Proliferan en las grandes ciudades los ‘titiriteros’ apostados en los semáforos: los sábados son los mejores días

Los días con mayor actividad son los fines de semana. Los conductores no tienen tanta prisa y están dispuestos a dar más dinero. La gente más generosa, además, no suele ser los que tienen mejores coches, sino los trabajadores medios de automóviles sencillos.

Aunque la mayoría de los malabaristas son uruguayos, argentinos o alemanes, estos artistas tienen su residencia en Madrid y, como asegura uno de ellos, también viajan por ciudades españoles, en autobús o coche, llevando siempre los malabares y el monociclo en la maleta.

Tal y como ha podido constatar El Confidencial Digital, en algunas capitales, como Barcelona o Granada, los ‘titiriteros’ tienen problemas para trabajar en la calle. La Policía municipal “no les pasa ni una”, aseguran, y están atentos, aprovechando cualquier oportunidad que se brinde, para poder multarles.

El oficio está prohibido en España, al menos, practicarlo en la calle. Aunque en la mayoría de las ciudades, asegura uno de los agentes de Madrid, se levanta bastante la mano y les dejan trabajar. La única pega que les ponen es cuando tiene que pasar algún coche oficial, entonces los policías se ponen más serios, asegura un malabarista, y en estos casos tienen que parar de trabajar durante aproximadamente una hora.

Cada uno se organiza como más le interesa. Ninguno de ellos tiene página web, pero se promocionan boca a boca y trabajan también en fiestas infantiles, bautizos, comuniones o cualquier evento que les propongan. Algunos conductores aseguran a ECD que han contratado a los malabaristas de la calle cuando esperaban el semáforo en rojo y les observaban desde sus automóviles.