Patrimonio Nacional, fundación Juan de Ávalos, Geocisa y expertos de la Sagrada Familia: todos están en contra del desmontaje de “la Piedad” del Valle de los Caídos
La mayor parte de los expertos considera que el desmontaje de la escultura de la Piedad de Juan de Ávalos en el Valle de los Caídos es “un desatino”.
Según fuentes implicadas en los trabajos de restauración del grupo escultórico, la restauración se hace necesaria pues “ya se ha caído alguna plancha de piedra” de la Piedad.
El problema de la estatua de Juan de Ávalos es que su material exterior, el mármol de Calatorao, “no está consolidado”, apuntan las fuentes consultadas, y los tirafondos que lo unen al hormigón de relleno de la estatua están parcialmente inutilizados, por lo que puede haber desprendimientos.
Con todo, según las fuentes consultadas por El Confidencial Digital, expertos de la Sagrada Familia, la empresa Geocisa, participante en los trabajos, así como la fundación Juan de Ávalos y las autoridades religiosas de la Basílica consideran “un desatino” quitar la estatua, pues, entre otros motivos “la piedra corre el riesgo de deshacerse”. Incluso el técnico de Patrimonio Nacional encargado de la gestión del tema “ha admitido que hay que dialogar”.
Fuentes de la restauración anticipan asimismo que el próximo paso del Gobierno será proceder a desmontar las estatuas de los evangelistas, asimismo obra de Juan de Ávalos, que están al pie de la cruz. La piedra de los evangelistas también ha sufrido de “estrés térmico” y “se han caído muchas chinas”, comentan las fuentes de ECD.
El desmontaje de la Piedad se debe a la decisión del ministerio de la Presidencia, del que es titular María Teresa Fernández de la Vega. Así, el presidente de Patrimonio Nacional, Yago Pico de Coaña, “se encuentra entre la espada y la pared” por las presiones a que ha sido sometido desde La Moncloa para desmontar el grupo escultórico, comentan a El Confidencial Digital fuentes del entorno del aludido diplomático asturiano.
La coartada para el desmontaje alegada por técnicos de Presidencia del Gobierno ha sido “el peligro” de desprendimientos que habría de proceder in situ, pero las empresas aludidas afirman que hay soluciones técnicas que, además, no resultan onerosas, para obrar sobre la estatua sin necesidad de desplazarla.
Las fuentes consultadas sospechan, por tanto, que desde la Moncloa pretenden “acabar solapadamente” con el Valle de los Caídos, ya que “no pueden cerrarlo sin permiso del obispo”, en este caso el titular de la diócesis de Madrid, cardenal Rouco Varela.
Para subrayar esta intencionalidad política se resalta el hecho de que los técnicos desplazados por la Moncloa a la basílica taparon hace dos meses las banderas de la Falange y los requetés que figuraban en los mosaicos interiores del templo.
