Los visitantes del Pazo de Meirás se quejan de que los guías anulan la existencia de Franco. Agotadas las autorizaciones para visitarlo hasta finales de año

La apertura al público de la antigua residencia veraniega de Franco ha provocado un aluvión de solicitudes para visitarla. No obstante, los que ya la han visto, se quejan de las pocas menciones al dictador realizados por los guías del Pazo.

Según publica El Confidencial Autonómico, la consejería de Cultura de la Xunta de Galicia tiene prácticamente cerradas todas las visitas al Pazo de Meirás hasta finales de año. El acuerdo firmado con la familia Franco sólo permite abrir la antigua residencia del dictador para grupos de 15 personas y durante seis turnos al día, lo que ha provocado que muchas de las reservas se hayan tenido que posponer hasta ‘llenar’ todos los meses venideros.

Las más de las ochocientas personas que ya han visitado el Pazo desde su reapertura el 25 de marzo se encontraron con un recorrido de una hora por la parcela y la vivienda de Franco, aunque apenas recibieron información sobre la vida del dictador.

Nos cuentan más cosas sobre Emilia Pardo Bazán que sobre Franco”, explican visitantes consultados por este diario, que añaden: “Lo único que dicen es que el Pazo era utilizado por la familia en agosto, y que el resto del año estaba vació”. Además, se quejan, “estamos más tiempo en el jardín que dentro de la casa”.

No obstante, la presencia del dictador sigue estando presente en la que fue su residencia de verano a través de bustos, fotografías, y trofeos de caza.

Amplíe esta información enEl Confidencial Autonómico.

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