Así preparan las Urgencias la desescalada: un circuito limpio y otro sucio con equipos médicos multidisciplinares

Se intensifican los protocolos de control para evitar que en el retorno de las operaciones quirúrgicas se cuelen pacientes infectados de Covid-19

Ventiladores (1) Coronavirus Hospital

La desecalada también llega a los hospitales de toda España. No hay un protocolo común para todos, porque depende de cada centro y de la situación de la comunidad autónoma, pero sí hay criterios básicos que se están llevando a cabo muchas urgencias: un circuito limpio, uno sucio para atender a contagiados de forma aislada y equipos médicos multidisciplinares

Los hospitales están cerrando unidades que se habían extendido durante los peores días de la pandemia. Pero tanto el Ministerio de Sanidad, como asociaciones de profesionales han advertido de que hay que estar preparados para un rebrote de Covid-19 y por eso, los centros sanitarios también están creando su propia “nueva normalidad”.

“Lo que hemos hecho ha sido rediseñar el hospital”, explica Javier Martín, jefe de cirugía del Hospital Severo Ochoa de Madrid, uno de los centros más azotados por la pandemia. Allí, como en las urgencias del Gregorio Marañón y el Hospital de Fuenlabrada, la ONG Médicos del Mundo ha ayudado a diseñar un protocolo de actuación. 

Los especialistas recuerdan que, aún si no hay rebrote del COVID-19, los hospitales se mantendrán por encima de su capacidad durante meses, por todas las consultas y operaciones que tienen atrasadas.  

Después de haber aprendido mucho en las últimas semanas sobre una enfermedad nueva y muy compleja, ahora es el momento de asentar protocolos y pautas, decidir tratamientos específicos consolidados, analizar resultados con calma y establecer vías de acción con certidumbre. 

Circuito limpio y sucio 

Con su experiencia en la gestión de pandemias como el ébola en zonas conflictivas, Médicos del Mundo ha trazado dos circuitos: uno ‘limpio y otro ‘sucio’ para que los pacientes contagiados de coronvirus no se crucen con el resto de las urgencias. 

“Las puertas son las que hay. Lo que se hace es, nada más cruzar la puerta, dividirlos”, explica Martín sobre el hospital Severo Ochoa. “Esto implica múltiples controles antes de ingresar a un paciente. Tenemos una parte del hospital limpia, una parte sucia con gente complicada de Covid-19 y una parte gris que son las PCR negativas pero con síntomas evidentes”. 

Duplicar las camas en la UCI

Las UCI deberían replantear su estructura, según la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). De tal manera que mantenga espacios concretos para pacientes Covid-19, pero no bloqueen el resto de actividades propias de intensivos.

Recomiendan que los hospitales realicen protocolos para asegurar la duplicación de las camas de los servicios de medicina intensiva en caso de repunte. “Esto es una oportunidad para cuantificar la necesidad de recursos intensivos que necesita la población”, explica María Cruz Martín Delgado, presidenta de SEMICYUC. “Es importante que este recurso de intensivos esté maximizado, que no lo ajustemos tanto”. 

 

Por ejemplo, en el Severo Ochoa en su momento hubo otra UCI que se amplió (pasaron de 12 camas a tener unas 40). Esa parte ahora está cerrada, pero quedan todas las estructuras y condiciones para volver a habilitarla. “Lo que nos ha enseñado esta pandemia es a aprender. Ahora sería más fácil reactivarlo todo”, asegura Martín.  

Equipos multidisciplinares 

Los profesionales sanitarios han sufrido mucho estrés durante este periodo, por eso, desde la SEMICYUC exigen que se sigan manteniendo las plantillas reforzadas para asegurar la calidad de las rotaciones. 

“Hemos estado trabajando al 200% y estamos cansados desde el punto de vista profesional, pero también desde el punto de vista emocional. Se necesita descansar, también incluso para analizar cómo hemos trabajado, qué ha salido mejor y qué ha salido peor”, explica Cruz Martín Delgado.  

Y los equipos deben ser cada vez más multidisciplinares. Algo que esta pandemia se ha puesto en práctica a base de que las circunstancias lo impusieran y que a partir de ahora debería ser una de las mejores opciones. “El sistema ha estado saturado. En el futuro no deberíamos suspender la actividad normal si llegara una pandemia así. Hay que tener capacidad de dinamismo”, explica. 

Por eso, calculan que las plantillas deberían ser reforzadas y disponer, al menos de un 25% más fijo con respecto a niveles anteriores. 

En el quirófano ni un contagiado 

Los profesionales explican que es muy importante asegurarse de que la parte de cirugía está “limpia” de Covid-19. Por eso, se han fortalecido los protocolos de las cirugías programadas. 

“Ahora hay llamadas telefónicas 10 días antes, con una encuesta epidemiológica y clínica. Luego se vuelve a llamar tres días antes para volver a asegurarnos. Ante la duda se retrasa para garantizar que ningún paciente con coronavirus es intervenidos”, explica el cirujano Martín. 

Los pocos estudios realizados en este respecto indican que operar a un paciente infectado puede ser muy peligroso. 

Los equipos y el material 

Los profesionales indican también que es el momento de empezar a analizar con calma el material recibido hasta ahora y asegurarse de que todo el mundo sabe manejarlo. 

LA SEMIUYC cree que es necesario contar con el doble de la capacidad máxima del material necesario habitualmente. Muy importante indican también, es habilitar un sistema de reposición continuo que se ponga en funcionamiento apenas comiencen a llegar los nuevos infectados, sin esperar a que se desborden las UCI. 

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