Cómo la crisis nos ha cambiado a los españoles. Informe de los grandes de la distribución: las marcas blancas alcanzan el 50%, se compra al día, menos marisco y más pollo

Un amplio informe elaborado por los grandes del sector de la distribución, al que ha tenido acceso El Confidencial Digital, muestra que la crisis económica ha provocado que casi un 70% de los ciudadanos haya alterado sus hábitos de consumo de forma relevante. Según ese dossier, los cambios más relevantes detectados en los establecimientos de todo el país son:

-- Las marcas blancas han cobrado un protagonismo mayor: representan más de la mitad de las ventas en supermercados. Ante esa evidencia, algunos distribuidores como Mercadona, han dado un giro radical a su política y apostado fuerte por este modelo.

-- Hasta la crisis, los españoles realizaban una compra abundante al mes, y reponían los productos frescos una vez a la semana. Pues bien, ahora están optando por apretarse el cinturón, con el objetivo de gastar lo justo: aumenta la compra día a día.

-- Los clientes examinan con detalle las ofertas de los catálogos, reúnen y utilizan más los cupones de descuento y se abastecen de ofertas de dos productos por el precio de uno. Las grandes superficies tampoco han pasado desapercibido este detalle: centran el mensaje de sus carteles en los establecimientos en transmitir al consumidor que su oferta es más barata que la de su competidor.

-- La industria agroalimentaria está explotado comercialmente el precio psicológico de 1 euro: sabe que el principal objetivo de los consumidores apunta a rebajar el coste del carro de la compra. La estrategia que está llevando a cabo es diseñar productos específicos a 1 euro y situarlos en localizaciones muy visuales dentro de los hipermercados.

-- Las compras se dejan para la salida del trabajo. Los horarios siempre han girado alrededor de las actividades de la mujer y antes, cuando se tenía que encargar del hogar, iba a comprar a primera hora. Sin embargo, con la incorporación de la mujer al mercado laboral, compra a última hora de la mañana o de la tarde, una vez concluida su jornada de trabajo.

Menos marisco y más pollo

Los hogares de España en su conjunto gastaron el año pasado 67.086 millones de euros en comida, lo que representa un 2,3% menos que en 2009. El informe de las grandes firmas de distribución refleja que los hábitos en el consumo de alimentos de los españoles también han experimentado cambios debido a la crisis:

-- El consumo de pan y huevos cayó en 2010 un 9,3 y 6,2%, respectivamente. Por el contrario, subieron las compras de pastas y arroz, en un 5,9 y 5%, respectivamente.

-- También bajó el consumo de pescados y mariscos el año pasado, un 6,6 y 12,1%, respectivamente. El gasto en este segmento de alimentos cayó para los hogares en torno al 8,4%.

-- El consumo de carnes presentó en 2010 un comportamiento desigual: la cantidad de carne de pollo vendida subió casi un 5%, a pesar de que el gasto en ese alimento específico cayó un 0,7%.

-- El resto de las carnes consumidas en los hogares españoles mostraron una reducción en su consumo, siendo la carne vacuna la que más bajó (6,5%), seguida de la de cabra (6,4%) y la carne de cerdo (1%).

-- En cuanto a los lácteos, el consumo de leche esterilizada se redujo casi un 1%. Sin embargo, los derivados lácteos, crecieron más de lo esperado, un 6,3%, en especial los yogures y quesos.

-- Se registró una caída del 5,2% en el consumo de hortalizas. En el caso de las patatas sucedió algo curioso: las frescas cayeron un 7,7%, mientras que el consumo de patatas congeladas tuvo una importante subida cercana al 12%.

Hábitos de ocio

El gasto relativo a las comidas fuera del hogar también se ha visto afectado, según el dossier al que ha tenido acceso El Confidencial Digital:

-- Se sale un 20% menos a bares y restaurantes y quienes lo hacen han sustituido los establecimientos más caros por otros más económicos.

-- Algunos formatos de comida rápida, como las hamburgueserías, se han visto favorecidos y otros han tenido que plantear iniciativas “de días a precio bajo” o “menús de crisis”.

-- Otro de los efectos de la reducción del consumo fuera del hogar se ha reflejado en el incremento en la venta de alimentos como los aperitivos. Según las fuentes consultadas, las palomitas han sido uno de los productos que más se han beneficiado de que los consumidores hayan prescindido del cine a cambio de ver las películas en casa.

-- Casi un 75% de los ciudadanos gastó menos en ropa en 2010 y un porcentaje similar decidió reducir el ocio fuera del hogar.

-- Los españoles también se están esforzando, en estos tiempos de dificultades económicas, en ahorrar en teléfono, luz y gas; en la compra de menos aparatos de nuevas tecnologías y en usar menos el coche.