Desconcierto entre los veterinarios por la Ley de Bienestar Animal: no saben qué responder a los dueños de las mascotas
Los profesionales del sector aún no han recibido ninguna indicación para poder ejecutar la nueva normativa que entrará en vigor el próximo mes de septiembre
- Perros, gatos y hurones como únicos animales de compañía
- No han contado con los profesionales del sector
- Los veterinarios ven necesaria una ley como esta
Uno de cada tres hogares españoles convive con al menos un animal de compañía, de hecho, en la actualidad, hay más de trece millones de animales de compañía registrados e identificados, según la información de los registros de las diferentes comunidades autónomas.
En otras palabras, los dueños de estos trece millones de animales son algunos de los tantos que se verán afectados por la recién aprobada Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales que entrará en vigor el próximo 29 de septiembre.
Uno de los puntos más polémicos de la normativa es el Listado Positivo de animales de compañía, establecido en el capítulo V.
Esto significa que los animales que recoja dicho registro, aún sin determinar, serán considerados animales de compañía, y, por ende, deberán cumplir con lo marcado por la ley.
Dicho asunto está generando mucha inquietud y hasta pánico social entre los dueños, cuentan desde la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (Fesvet).
“La gente tiene miedo de que su animal no entre en el Listado Positivo de animales de compañía”, alerta Manuel Martínez, el presidente de Fesvet.
Él mismo prevé que los animales que no se incluyan en dicho listado se abandonarán, poniendo en peligro las especies autóctonas, ya que muchos de estos serán de especies invasoras.
Ante tal incertidumbre, los veterinarios a día de hoy tampoco son capaces de resolver todas esas dudas.
En primer lugar, porque el Listado Positivo de animales de compañía aún no se ha concretado, y además porque los veterinarios no han recibido todavía las pautas para poder ejecutar la nueva normativa.
Perros, gatos y hurones, únicos animales de compañía
La ley entiende por animal de compañía a aquel “animal doméstico o silvestre en cautividad, mantenido por el ser humano, principalmente en el hogar, siempre que se pueda tener en buenas condiciones de bienestar que respeten sus necesidades etológicas, pueda adaptarse a la cautividad y que su tenencia no tenga como destino su consumo o el aprovechamiento de sus producciones o cualquier uso industrial o cualquier otro fin comercial o lucrativo y que, en el caso de los animales silvestres su especie esté incluida en el listado positivo de animales de compañía. En todo caso perros, gatos y hurones, independientemente del fin al que se destinen o del lugar en el que habiten o del que procedan, serán considerados animales de compañía. Los animales de producción sólo se considerarán animales de compañía en el supuesto de que, perdiendo su fin productivo, el propietario decidiera inscribirlo como animal de compañía en el Registro de Animales de Compañía”.
En resumen, la legislación sólo ha incluido en el Listado Positivo de animales de compañía a perros, gatos y hurones, hasta el momento.
Los otros cuatro índices correspondientes al artículo 34 del Listado de especies de animales que pueden ser objeto de tenencia como animal de compañía hacen referencia a catálogos, artículos o definiciones, pero no especifican concretamente ningún animal más.
Los apartados b), c) y d) inciden en la definición de animal de compañía contemplada en la Ley 8/2003, de 24 de abril, de Sanidad Animal -coincide con la definición antes citada-. Y añaden que será el departamento ministerial competente -sin especificar cuál- el que determine dicho listado.
El último apartado se refiere a las aves de cetrería y animales de acuariofilia que no estén incluidos en el catálogo de especies exóticas invasoras ni de especies silvestres protegidas a nivel estatal, autonómico o no presentes de forma natural en España, pero que se encuentren amparadas por el Derecho de la Unión Europea y/o los tratados internacionales ratificados por España.
El personal competente cuenta con 24 meses para decidir cuáles son los mamíferos silvestres que van a figurar dentro del Listado Positivo de animales de compañía y 36 meses para el resto de animales, según ha explicado a Confidencial Digital el presidente de la federación.
Los veterinarios esperan que las autoridades cuenten con ellos para realizar dicho listado.
No han contado con los profesionales del sector
Desde la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios explican a Confidencial Digital que hay algunas cuestiones que no se han hecho bien.
En primer lugar, esta ley ha sido tramitada a través del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, dirigido por Ione Belarra. Sin embargo, ellos argumentan que esto ha sido inadecuado porque debería haber sido por el Ministerio de Sanidad.
“Se trata de una ley básica en cuanto al concepto de salud pública. Lo que afecta a los animales tarde o temprano termina perjudicando a las personas e incluso al medio ambiente”, explica el presidente.
Otro punto que rebaten es el hecho de que no hayan contado con ningún profesional del sector, ya sea veterinarios, ganaderos, animalistas…, para redactar la ley.
“Estamos muy preocupados por el poco caso que se nos ha hecho desde el ministerio, y lo poco que hemos participado, pese a que lo hemos intentado”, apunta Manuel.
Asimismo, está seguro de que ahora sí que contarán con ellos, o eso quiere pensar, porque la ley sólo está redactada, pero faltan todos los reglamentos, que podrán publicarse en los próximos 36 meses, para poderla ejecutar y “arreglar los fallos” que presenta.
“La ley está hecha, sí, pero no se dice ni cómo ni dónde, está absolutamente todo sin hacer”, matiza el presidente de la federación.
Los cursos de formación reglamentados para cada especie, las colonias felinas, las pautas para poder cumplir la ley, las inspecciones para vigilar el cumplimiento de la misma…son los asuntos que el personal competente –así lo dice la ley- debe poner en marcha cuanto antes para poder aplicarla correctamente cuando entre en vigor dentro de seis meses.
“No especifica quién es el personal competente. El colectivo veterinario somos los que sabemos de animales. Si habláramos de personas nadie pondría en duda de si los médicos son o no los competentes”, asegura Manuel.
Los veterinarios veían necesaria una ley
A pesar de las discrepancias anteriormente explicadas, desde Fesvet no están en contra de la nueva ley. De hecho, veían necesaria una regulación como esta, y consideran que tiene puntos fuertes.
La propia identificación de los animales de compañía es uno de ellos. “Igual que están diferenciados los animales de caza, explotación, etc. también tenía que hacerse con los de compañía”, explican desde la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios.
El hecho de que empiecen a ser seres sintientes y no cosas también trae algunas controversias entre los colectivos, pero en general lo ven como algo positivo.
“No sé si seres sintientes es la palabra correcta porque tampoco podemos caer en la humanización de los animales, pero lo que está claro es que cosas no son”, explica Manuel.
El otro punto potente que acuñan desde el colectivo de sindicatos es el hecho de poner un máximo de animales de compañía por hogar.
Hasta la fecha no había límite, pero ahora no se pueden tener los animales que se quiera, sino un máximo de cinco. A partir de este número ya es un núcleo zoológico y las condiciones cambian.
El objetivo de este matiz es que los animales de compañía se encuentren en las mejores condiciones de bienestar, como así indica el propio nombre de la ley.
En los seis meses que hay por delante, hasta que llegue el 29 de septiembre y entre en vigor la ley, los profesionales inciden en que “hay mucho por hacer y no se puede perder ni un minuto”.
