La emigración tras el ingreso en la UE ha dejado a Bulgaria sin personal para atender el aumento de demanda turística

El ingreso en la Unión Europea ha provocado, de entrada, en Bulgaria un efecto perverso: un aumento de la emigración hacia los países comunitarios que ha dejado sin trabajadores las principales zonas turísticas del país.

En plena temporada alta de turismo, sobre todo en la zona privilegiada del Mar del Norte, hoteles y restaurantes han encontrado graves problemas para contar con suficiente personal de servicio que atienda ese incremento de demanda.

Un par de meses antes, los establecimientos turísticos tuvieron que buscar desesperadamente, además de cocineros, miles de personas para el servicio, limpiadoras y oficios semejantes, que sustituyeran a quienes han abandonado Bulgaria hacia países donde los sueldos son tres y cuatro veces superiores.

Por si fuera poco, a esa emigración comunitaria se ha añadido el atractivo que están ofreciendo destinos menos comunes, como Tailandia e Indonesia, a donde se ha dirigido una parte de la emigración.

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