El guardaespaldas de Ana Obregón “no es un escolta”: el colectivo está indignado con que vinculen a un acompañante de famosos con la profesión

El colectivo de escoltas está irritado con las informaciones publicadas en los últimos días en algunos medios de comunicación sobre la polémica entre el guardaespaldas de Ana Obregón, la actriz y el presentador Jaime Cantizano. No quieren que relacionen a esa persona con la profesión.

Hace unos días, salieron a la luz informaciones en las que, supuestamente, Ana García Obregón agredir al presentador de ‘¿Dónde estás corazón?’, Jaime Cantizano. Según unas grabaciones que destapó la revista Interviú y que están en poder de la Guardia Civil, la actriz preguntó a su guardaespaldas, Eloy Sánchez Barba, si conocía a alguna banda mafiosa que pudiera dar una paliza al periodista de Antena 3 TV.

Además, este profesional, que ha desempeñado diversos servicios para Ana García Obregón, está siendo investigado por el asesinato de Miguel Salgado, el 14 de marzo de 2007, en Ciempozuelos (Madrid). Él y otras tres personas, entre ellas la ex mujer del fallecido, podrían haber participado en el crimen.

Multitud de medios de comunicación calificaron a Eloy Sánchez Barba como “el escolta de Ana García Obregón”. Los escoltas, en cambio, han querido salir al paso y dejar claro a la opinión pública que esa persona no pertenece a la profesión ya que sólo se trata de un “acompañante de famosos”: “La inmensa mayoría de las personas que acompañan a “famosos” no pertenecen a nuestra profesión y usurpan nuestra denominación profesional con el objeto de darse importancia o credibilidad ante los clientes de sus servicios auxiliares”.

El colectivo añade que “al ser este presunto delincuente, denominado escolta en los diferentes medios de comunicación, se está ensuciando el buen nombre de esta profesión, compuesta de personas sacrificadas que arriesgan su vida para dar protección de personas que realmente lo necesitan (ejecutivos, empresarios, periodistas, cargos públicos, etc.) amenazados por organizaciones terroristas o de delincuencia organizada”.

Los escoltas explican que “para ejercer esta profesión, es imprescindible estar debidamente acreditados y autorizados por el Ministerio del Interior y poseer una tarjeta de identidad profesional, proporcionada por el propio Ministerio del Interior que identifica la función que se realiza: escolta”.

La Asociación Española de Escoltas (ASES), la mayoritaria del sector, concluye: “Rogamos a los medios de comunicación que tengan a bien dejar de referirse a esta persona como escolta”.

 

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