Musulmanes que viven en España denuncian que en muchas mezquitas “se veta a las mujeres”

Afirman que el uso exclusivo del árabe en la predicación convierte los templos “en sedes extranjeras y extrañas a nuestra cultura”

Mujeres musulmanas.
Mujeres musulmanas frente a una mezquita (Foto: José Ángel Cadelo).

Crecen las voces, entre los dos millones de musulmanes que viven en España, de quienes advierten de la existencia de numerosas mezquitas de nuestro país que no permiten la entrada a las mujeres.

“Ni siquiera tienen aseos para nosotras, ni un lugar donde podamos hacer la ablución antes del rezo”, explica a ECD la musulmana almeriense Paqui Sánchez, de nombre islámico Qamar Bint Sufán, refiriéndose a determinadas mezquitas, esparcidas por toda la geografía española y, casi siempre, en manos de inmigrantes de origen magrebí.

Segregación inconstitucional

Esta docente y escritora afirma que, ese modo de actuar, en esos espacios de culto, no solo supone una segregación inconstitucional “inaceptable en nuestro país”, sino la evidencia de que determinadas corrientes islámicas pretenden aislar a la mujer.

“O no nos dejan entrar a la mezquita, o nos relegan, a nosotras y a los niños pequeños, a un cuartucho separado desde el que tenemos que oír al imam por un altavoz, que además suena mal”.

Pérdida de legitimidad

Bint Sufán lamenta que estas conductas “injustificables” de los responsables de algunas mezquitas estén provocando una mala imagen del islam en la sociedad española: “Los musulmanes perdemos legitimidad cuando callamos ante estas situaciones que, afortunadamente, no están generalizadas ni admitidas en el islam; en la mezquita del profeta había hombres y mujeres y los valores de nuestra Constitución son los mismos que promulga el verdadero islam”.

Iñaki Vicente es delegado en el País Vasco de la Federación de Musulmanes de España (FEME). Explica a ECD que en las mezquitas de Marruecos sí hay sitio para las mujeres y para los hombres, igual que en todas las mezquitas de la antigüedad.

“En España tenemos muchos bajos, trasteros y garajes nauseabundos funcionando como mezquitas”, sostiene Vicente.

Para este converso, si la Administración regulara las condiciones y requisitos para abrir una mezquita, la situación de la mujer en las mismas cambiaría. Opina que, para muchas administraciones, las mezquitas siguen siendo “cosas de extranjeros y de inmigrantes que tienen sus costumbres”, y añade que esa percepción no es acorde a la ley.

“El idioma ha de ser el español

Otra de las reclamaciones que formulan muchos musulmanes a las mezquitas que prestan servicio religioso en España es el de la lengua utilizada en las predicaciones.

 

“Aquí, el idioma en que se pronuncien los sermones en las mezquitas ha de ser necesariamente el español”, apunta otro musulmán, Luis Secades, para quien el uso exclusivo de la lengua árabe en la jutba (sermón) de los viernes “convierte los templos en sedes extranjeras y extrañas a la mayoría de los ciudadanos y a nuestra cultura”.

También se ha pronunciado así en numerosas ocasiones el imam y sociólogo Taoufik Cheddadi El Harrak, insistiendo en que “la jutba en la lengua local es un mandato moral e incluso islámico”.

Quedan fuera los hijos de inmigrantes

Para El Harrak, el uso exclusivo del árabe deja fuera del alcance de la predicación a españoles, a hijos de inmigrantes magrebíes que ya no hablan el árabe fusha, a musulmanes subsaharianos, a rifeños, etc. Y aclara que, si un imam tiene dificultades para expresarse en español, debería contar con alguien que tradujera sus palabras.

Iñaki Vicente también es partidario de que el idioma vehicular en las mezquitas sea el español, o las lenguas oficiales de las comunidades autónomas. Apela al artículo 3 de la Constitución, y a que la mayoría de los fieles no entiende ni el árabe clásico ni el fusha en que pronuncian sus sermones los imames. Constata que la inmensa mayoría de imames que hay en España son extranjeros y apenas hablan español, y culpa de esta anomalía a los responsables de la Comisión Islámica de España (CIE), el órgano de representación de los musulmanes ante la Administración.

Ni en los sermones ni en las clases

ECD ha podido comprobar que en la práctica totalidad de las mezquitas españolas no se hace uso de las lenguas oficiales en España, ni para las predicaciones ni en las clases de Corán que imparten a los más jóvenes.

Las jutbas se pronuncian en árabe fusha o estándar, una lengua que, a pesar de ser oficial en una veintena de países del mundo, no es utilizada más que por la Administración y los medios de comunicación: los ciudadanos de esas naciones hablan y tienen como lengua materna diferentes variantes del árabe clásico, que difieren del tronco común tanto como el español o el francés del latín. Solo los fieles que han recibido formación escolar en árabe fusha en sus países de procedencia alcanzan a comprender el contenido de las jutbas que se pronuncian en España.

Instituciones extrañas

“Mientras en las mezquitas se hablen lenguas extranjeras, como el árabe o el urdu, o sigan siendo espacios reservados solo a los hombres, los occidentales las reconocerán como instituciones extrañas o anacrónicas”, opina Mohammed Badawi, un culto estudiante de ingeniería industrial, hijo de inmigrantes tangerinos.

Yihad Sarasua, presidente de la Asociación Mezquita Ishbilia de Sevilla, dice a ECD: “Debemos evitar un islam traído de otros países, o copiar modelos extraños”. Para este profesional de la jardinería, “el islam tiene que ser ya algo natural en nuestra sociedad, parte de ella, y eso pasará cuando veamos a un imam en la feria con una chilaba de colores”, remata con su característico sentido del humor andaluz.

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