150 pilotos españoles suspenden cada año el examen médico
El informe de la tragedia de Germanwings recoge este dato de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea
Se cumple estos días un año desde el trágico accidente aéreo de un aparato de Germanwings, cuyo piloto lo dirigió voluntariamente contra una montaña de los Alpes. Andreas Lubitz había pasado el restrictivo examen médico que le permitía pilotar. En España, cada año pierden esta certificación 150 pilotos comerciales, un dos por ciento del total.
Hace unos días se hacía público el informe final sobre la investigación del accidente de Germanwings, que supuso la muerte de las 150 personas que viajaban a bordo de la aeronave pilotada por Andres Lubitz.
Según relata el documento, varios médicos privados sabían que Lubitz sufría una enfermedad psicológica, pero esta no fue comunicada a ninguna autoridad para no romper el secreto profesional. En las conclusiones se establece la necesidad de establecer una serie de normas sobre en qué situaciones puede romperse ese secreto profesional ante una situación de riesgo.
En el momento del accidente, Lubitz tenía en orden la certificación de clase uno que permite a los pilotos comerciales operar en vuelos de transporte de pasajeros. Para obtener y renovar esa licencia es necesario pasar por un exigente examen médico, tanto físico como psicológico.
Según se desprende del informe, en España se le revoca el certificado médico de clase uno a alrededor de 150 pilotos, de un total de 9.000 que se presentan a las pruebas. Es decir, un dos por ciento de toda la plantilla de pilotos no consigue renovar el examen anual.
Los que suspenden dicho examen pierden automáticamente la autorización de vuelo, que pueden recurrir posteriormente para volver a someterse al examen en caso de que lo que les imposibilitó superarlo sea una cuestión temporal.
Entre los controles a los que se enfrentan los pilotos se encuentran pruebas de agudeza visual –se exige visión perfecta con ambos ojos-, audición y análisis de pulmones, corazón, presión sanguínea, estómago, extremidades y sistema nervioso.
Además, el piloto debe aportar al examinador todo su historial médico –en él se incluyen también cualquier tipo de problema psicológico en el pasado-. Aquellos que tengan un historial de enfermedades psiquiátricas agudas o crónicas serán declarados no aptos.
Cuestiones como el abuso del alcohol o otras sustancias, neurosis, depresiones, trastornos de personalidad o intentos de suicidio suponen la necesidad de superar pruebas específicas por parte de especialistas.
