DANI ROVIRA, actor y monologuista

“En política, a veces la realidad adelanta al humor por la derecha”

Dani Rovira es actor, monologuista, cómico, bálsamo, simpatía, realismo, sonrisa y arte. Esos son sus ocho apellidos. Después de centrifugar las taquillas del cine español, hoy vuelve a las tablas para presentar la gala de los 30 años de los Premios Goya

Dice Dani que es un pamplinas. Aquí: retrato de un pamplinas con encanto...
Dice Dani que es un pamplinas. Aquí: retrato de un pamplinas con encanto...

Nos partió la caja del cine con Ocho Apellidos Vascos, un podio inesperado con el que no soñó ni estudiando INEF. Desde entonces le llueven las medallas, mientras él busca el valor de lo ordinario y lucha para que los focos no le conviertan en un estúpido. Cómico y romántico, y sin embargo fan del cine de terror, aunque su película fetiche sea Días de fútbol… No sería “Alegría” en Inside Out, sino el apuntalador de islas. Le daría un Goya Honorífico a Asunción Balaguer, y un Goya-Sorolla-Velázquez-Van Gogh a Carmen Machi. Sobre 10, le pone un 15 a Goyo Jiménez, y un 12 a Faemino y Cansado. Es el emot-icono del cine español. El Mejor Actor Revelación de nuestra cantera sigue siendo una persona-sorpresa dentro de una jaula de pillos.

Dani Rovira será hoy trending topic. Pero lo suyo no es un subidón pasajero. El que busca, suda, sube, baja, crea, piensa, curra, entra, sale, disfruta, avanza y crece, encuentra.

Estamos en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, un edificio cedido por el Ministerio de Cultura casi pared con pared con la sede del Partido Popular. Hay decenas de colegas y cámaras en las aceras del lugar. No por otro episodio de corrupción en Génova 13. Al menos, no era público aquella mañana intensa. Los colegas y sus cámaras prefieren el cine de verdad y han venido a grabar a Penélope Cruz, que presenta abajo su primer corto como directora. Nosotros hemos subido arriba a disfrutar con Dani Rovira.

Hay rueda de medios, más que rueda de prensa. Cerca de diez entrevistas de 20 minutos ha concedido para hoy el actor. Una. Otra. Miedo a repetir una pregunta... ¡20 minutos para una entrevista en pause!

Despacho de Antonio Resines. Hola. Nos damos la mano. Elegimos sillón. Bienvenidos a la prueba definitiva de improvisación. 20 minutos sin respirar, buceando, como se pueda, dentro de Rovira.

Antes de editar esta entrevista he visto cinco veces su monólogo de los Goya del año pasado. Cómo dar las gracias en un minuto sin dejarse a nadie, respirando por branquias, y sin hiperventilar más de la cuenta…

Suena la bocina. Se abre el telón. Este es su cuento:

1980. Érase una vez Dani Rovira. Cómo nos cuenta en un tuit su pasado remoto.

Lo utilizaría para hablar de todo lo que me queda por delante.

Un flipado del deporte que estudió INEF porque quería ser un campeón. Visto lo visto, ¿lo de ser actor es una carrera de 100 metros lisos, una de obstáculos, una prueba de marcha, así moviendo la cintura, o un maratón?

 

La carrera de actor es un decatlón, sin hacer publicidad... Es toda una disciplina olímpica.

¿Aprendió a reírse en su casa?

A reírse no se aprende. La risa, el llanto… la succión, la natación… son cosas como muy instintivas… Lo que sí aprendes es a reírte más, sobre todo en situaciones más hostiles.

¿Pero su casa es un buen caldo de cultivo para partirse la caja como modo de afrontar la vida?

Mi casa es la casa de la guasa y de la pamplina. Mi abuela materna, mi padre, por su actitud; mi madre, por su sentido del humor… Nos hemos reído mucho entre esas cuatro paredes.

¿Un consejo letal para aprender a reírse de uno mismo?

Por ejemplo: cómete un plato de espaguetis con tomate con las manos con un espejo delante… Me lo acabo de inventar, pero creo que puedes partirte en modo importante.

No perdamos el hilo de su historia. Daniel era un chico salao que se buscaba la vida contando cuentos en una tetería en aquella Granada universitaria. ¿Cuándo soñó ser Mejor Actor Revelación del cine español?

¡Nunca! ¡Jamás! Pero no porque no quisiera; simplemente era una cuestión que no entraba dentro de mis planes. Me parecía una ilusión muy alejada de mis posibilidades reales. Nunca tuve este tipo de sueños. La cuestión es que un día llamaron a mi puerta, y al abrir vi que era un sueño que yo ni siquiera había contemplado. Y yo, de buena gana, le dije: "¡Pasa, pasa!".

Y se hizo monologuista, ¿para reírse, o para criticar con gracia?

Más para reírme. Yo hasta entonces hacía las dos cosas por separado. La protesta y la denuncia social siempre me las he tomado muy en serio. La única diferencia que hay entre el Dani que hace comedia y, a la vez, hace crítica social con respecto al Dani de antes es que antes, como mucho, podía sostener una pancarta en una manifestación, pegar cuatro gritos, estar y hacer bulto. Ahora, sé la repercusión que tengo, que me tiro un peo y salgo en los periódicos, y he aprendido a poner delante de mí causas que merezcan la pena.

¿Y cuáles son sus tres causas fundamentales, además de la lucha contra el maltrato animal como vemos en Twitter?

Quizás estoy más volcado con el tema de los animales por aquello de dar voz a un colectivo que no se puede defender… Pero las tres palabras que realmente configuran las causas de mi vida son: empatía, dignidad y amor. Si en esta sociedad hubiera más de estas tres cosas, todo sería mucho más humano, y más ameno… Ya después nos metemos en los pormenores de los decretos y las leyes…


Daniel ya era el Dani público. Y llegó Ocho Apellidos Vascos. Dicen que le cambió la vida. Supongo que también usted cambio la vida a mucha gente con esa película…

No sé hasta qué punto le ha podido cambiar la vida a alguna persona Ocho Apellidos Vascos, pero sí sé que, por lo menos, con esta película hemos conseguido que mucha gente sea feliz, aunque sea durante la hora y media que tarda, las veces que la hayan visto. Soy consciente de que esta película ha sido un bálsamo para la sociedad, cosa de la que me siento muy orgulloso y útil.

¿Ha cambiado la película el tono del discurso político sobre el tema vasco?

No lo sé. No creo. Creo que se ha hecho más patente que esta problemática le importa a menos gente de lo que parece... Es menos importante y menos grave de lo que nos cuentan. Me refiero a día de hoy. No puedo hablar del pasado, porque sé que esta cuestión hay que abordarla con muchísima delicadeza, ya que hablamos de una historia de sangre y de muertes. Pero es verdad que son los políticos los que visten la realidad con unos tintes de agravio y de trascendencia que no es lo que se encuentra uno a pie de calle. Hablo del País Vasco, pero también de Cataluña… A los españoles nos preocupan otras cosas; al menos es lo que he creído entender y leer tras Ocho apellidos catalanes y Ocho apellidos vascos.

Y llegó la noche de los Goya de 2015. Dani en esmoquin. ¿A quién le daría usted un Goya como una olla?

A mucha gente… A mucha, mucha, mucha, mucha… El Goya es un galardón respaldado por muchas personas y por muchas circunstancias. Pero, bueno, yo soy una persona que me mojo: me haría mucha ilusión, por ejemplo, que el año que viene se le diera un Goya Honorífico a Asunción Balaguer… Se me viene ahora a la cabeza… Mañana me lo preguntas y te diré otra persona, pero sin descartar la que he dicho…

¿Qué cree que Resines debe incluir en su discurso académico, en una gala de Goya que cumple treinta primaveras?

Antonio Resines es una persona suficientemente sensata, culta y experimentada como para que el tiempo que utilice en su discurso lo emplee certeramente. Supongo que también en este momento académico habrá humor, porque, como dice el spot de la gala, los que llevamos la comedia en la sangre no podemos fallar.

De 0 a 10, examen rápido a los humoristas patrios:

Martes y 13: Un 10.

Cruz y Raya: Un 8.

Faemino y Cansado: ¡Un 12!

José Mota: Un 8,5.

Leo Harlem: Un 9.

Eva Hache: Un 9.

Goyo Jiménez: Como monologuista, ¡un 15!

¿Y Celia Villalobos?

NM [Necesita Mejorar]. Los que son de mi quinta, saben lo que significa…

¿Qué no le hace ni puñetera gracia?

El abuso de poder.

Dani se hizo famoso y los paparazzis disfrazados de periodistas malos le acosaban en la puerta de su casa. ¿Qué medios no le dejan respirar? Por comunicárselo a la Asociación de la Prensa…

Llega un punto en el que los paparazzis se convierten en un mal menor. La calle a veces es peor… Es complicado vivir cuando ves que todo el mundo tiene un móvil en la mano y sabes que tú eres el objetivo de sus fotos, con o sin tu permiso… Eso es bastante más difícil de digerir…

No me siento a gusto cuando un paparazzi me acosa, pero está escondido, no lo ves, te echa fotos, salen en una revista que yo no veo, y al final, ¡empate! Es más agresivo e incómodo el paparazzi que te hace fotos a cuatro metros de distancia a lo largo de toda una calle… Eso es violento, pero es una práctica puntual. Lo de la gente de la calle es que me pasa todos los días…

¿Qué es peor: un paparazzi o un representante?

Para mí, un paparazzi

Pero usted es agradecido a su público, ¿no?

¡Sí! Soy agradecido, y le doy las gracias a quien se las tenga que dar. Dar las gracias cuesta muy poco y genera muchísima satisfacción en quien las recibe. Yo soy agradecido, pero creo que las gracias tampoco hay que dárselas a todo el mundo. Cuando alguien no ha hecho nada por ti, o realmente te está haciendo la puñeta…

Se hizo icono del buenagente con tintes románticos y España quería irse de cañas con usted. ¿Príncipe azul o héroe por accidente?

Ni una cosa ni la otra. No me considero un héroe, y tampoco creo que lo que me está pasando sea todo por accidente, porque también me he pasado yo mi montón de horas en un coche viajando por los bares de la España profunda, aunque entonces no hubiera paparazzis que lo contaran… Y príncipe azul, tampoco. Con ser el Dani ideal para según qué personas, ya me conformo.

¿Quién es ahora ese Daniel, el que “recoge caquitas de sus perros en Madrid Río”. El Dani famoso en casa?

El mismo… Lucho por seguir siendo el mismo, y lucho por seguir evolucionando como persona, como cualquiera. Peleo para que los agentes externos no me cambien. Lucho para que la gente de fuera, la prensa, la exposición pública, y todo lo que me rodea no me convierta en un gilipollas.

¿Cómo lleva un cómico el lado dramático de la vida?

Yo soy muy sentido. Igual que me tomo las cosas a risa y me gusta ese clima de simpatía, también para animar a la gente que lo necesita, soy muy muy muy sufrío. Basta que algo no le vaya bien a alguien de mi alrededor para que lo pase mal. Una persona, a lo largo de su vida, debe afrontar momentos duros que son inevitables. Esos momentos me dan mucho miedo, porque a mí, que uno de mis perros se me ponga un poco enfermo, ya me hace sufrir… Muchos amigos me dicen que el día que tenga hijos lo voy a pasar muy mal…


¿Estos tiempos de partos postelectorales son monólogos de irse sin pagar?

Nunca me ha gustado hacer humor con la política. Hay veces que la realidad adelanta al humor por la derecha… Muchas veces basta poner un cristal transparente delante de lo que sucede y ya lo que vemos es divertido… No sé qué cómico de qué país se lamentó una vez del cambio de un gobierno por un gobierno mejor, porque el anterior le ponía muy fácil hacer su trabajo…

¿Qué tiene de conservador Dani Rovira?

Pues… la manera de vestir…

A pesar del sacrificio de la fama tiene usted cara de ilusión…

¡Sí! ¡Es imposible que yo pierda la ilusión, y no sólo en cuestiones profesionales! Las grandes cosas que uno ya está acostumbrado a vivir, y todo el artificio que acompaña a esta etapa de mi vida, ya no me hacen tanta ilusión como las pequeñas cosas. Hace poco me organizaron una fiesta sorpresa por mi cumpleaños y me encantó. Me regalaron cosas de esas que dices tú: "¡Madre mía, qué locura!"… Y al final, lo que más ilusión me hizo de todos los regalos que me hicieron, por poner un ejemplo tangible, fue un muñeco de Hulk Hogan, un mito de cuando yo veía Pressing Catch. Al que sea le costó 6 euros, pero a mí me emocionó, porque me encantó que una persona se hubiera acordado de que soy muy fan de Pressing Catch y buscara el muñeco en una tienda de segunda mano…

¿Cómico y optimista?

¡Sí! ¡Realista, vamos! Hay un cómico latinoamericano que habla del realismo mágico-pendejo… Puff… Eso de querer es poder está bien, pero es clave en la vida ser realistas. Eso de yo quiero cantar, yo quiero cantar, yo quiero cantar… ¡Ya, pero si tu voz tiene este registro y aquí no llegas, pues, macho, no vas a poder cantar!

¿Cómo se recupera la libertad cuando se pierde el anonimato?

Saliendo a la calle con una sonrisa en la boca, pero con un escudo y una espada en los brazos.

Un Goya original para:

Antonio de la Torre: Te explico primero, y luego vemos qué nombre le ponemos a su premio. Antonio de la Torre, lo poquito que lo conozco, es una persona que si le pides cien, te va a dar doscientos. Cuando grabamos el spot de la gala de los Goya del año pasado y había que hacer de niño pequeño, ¡montó un pollo!.. Es intenso, y lo da todo. Así que le daría el Goya al Actor Sin Frenos.

Ricardo Darín: Goya al Mejor Áurea.

Alberto San Juan: Uff… Soy muy fan de sus comedias… He visto muchas cosas de él. Mi película preferida es Días de fútbol, y lo que hace él en esa película me parece una puta-locura. Goya al Personaje Más Hilarante en Días de Fútbol.

Ernesto Alterio: ¡Otro! Flipé con él en Días de fútbol, pero sobre todo con su papel en Vientos de agua, una serie de Campanella. Aprecio mucho que tiene una entidad propia maravillosa, independientemente de ser el hijo de quien es. Esto no suele pasar mucho, ¿no? Premio Goya a Hijo de Gran Actor Con Entidad Propia.

Carmen Machi: Premio Goya-Sorolla-Velázquez-Van Gogh.

Karra Elejalde: Premio Goya Al Cerebro Más Bien Aprovechao.

Entre los apellidos vascos y los catalanes, “Ahora o nunca”. ¿Qué ahora y qué nunca?

Ahora: ¡retos! Me encantan los retos. Vivimos una vez en la vida y todos los retos que me pongan encima de la mesa, los quiero. La película de 100 metros va a ser un reto. Y hay más retos que ya están encarrilados…

Nunca: ¡Son tantas cosas las que no haría nunca! Nunca: abandonar la honestidad. El día que yo pierda la honestidad o me engañe a mí mismo, todo se me desmoronará…

¿Si Rovira escribiera un guion de cine, lo suyo sería una comedia o un zasca?

Sería una película muy rollo Amelie-Campanella. Tiraría mucho de comedia. Y te digo una cosa: si me preguntas cuál es mi cine preferido, te responderé que el de terror… O sea… Mi cabeza es una especie de jaula de grillos…

¿Habría ganado Ocho apellidos catalanes con un Puigdemont?

No lo sé, porque a mí no me sale ni pronunciar ese apellido…

¿Qué nos espera en su segunda noche goyesca?

Pequeñas sorpresas, y un número de apertura que, si sale bien, puede que sea uno de los mejores de la historia de las galas de los Goya. ¡Y mucha fiesta, porque es el 30 aniversario! ¡Fiesssta! [repite con frenillo de Rajoy…].

¿Lo de Lluvia de albóndigas 2, con dignidad, no?

Hombre, ¡con mucha dignidad! Fue mi primer papelito de doblaje de animación y muy contento…

¿Quién es Dani Rovira en Inside Out?

¡Pues no sería Alegría, ni mucho menos! Yo creo que soy un cúmulo de todos los personajes. En esa película, sería, quizás, el que está apuntalando todas las islas.

¿Qué dicen sus títulos de crédito?

Señoras y señores: espero que haya merecido la pena pagar su entrada para ver al pamplinas este…

19 minutos, 33 segundos… Fin. Muchas gracias.

 

REBOBINANDO

Dani en vaqueros más hípster que nunca improvisa con ingenio, pero no posturea con su fondo. Las dos palabras más repetidas en esta entrevista son “mucha/muchas” y “personas”. Significativo.

Mucho, mucha, muchos, muchas… En vez de uno, unas, unos cuantos, pocos, algunos, sólo-para-mis-amigos, a-mi-bola, paso-un-kilo-de la gente, estoy-en-la-cumbre, ya-si-eso-nos-vemos, venga-hasta-luego…

Persona, personas… En vez de personaje, maquillaje, disfraz, masas-anónimas, público-así-a-granel, gente, gentuza, gentío.

Monologuista interesado en el diálogo, con ese poso de responsabilidad social pegado al asfalto. Nada de cejas con pancarta ensimismadas en el Olimpo…

Entre tacos y tacazos, Rovira habla en plata. Sin remilgos. Las abuelas de España le quieren lavar la lengua con jabón antes de convertirle en el yerno ideal…

Ocurrente. Divertido. De los que sonríen sin faltar.

Su historia es una especie de sueño americano. Sin americanos. Y sin sueños. Sudor. Carretera. Manta. Bares. Tascas. Peñas. Cantinas. Después vino el glamour con textura llana, como de boatiné.

Y de su historia reciente, una reflexión: ¿Es normal que los vecinos de España apunten con el móvil cada vez que Dani mueve un pie? ¿Puede ser la telecracia un Guantánamo para el famoso que pretende de verdad ser uno más? Naturalidad, queridos horteras... Podemos vivir sin saber que Rovira ha guiñado un ojo…

No morderás la mano del que nos da de reír.

Hay un proverbio tibetano que dice: “La mitad de tu sonrisa es para ti y la otra mitad es para el mundo”. Y uno escocés que reza: “La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da mucha más luz”.

Mahoma fue más total: "Quien haga reír a sus compañeros, merece el Paraíso".

Pues eso.

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