Sanidad renueva de urgencia a 400 médicos y enfermeros en plena epidemia de gripe
Los contratos vencían este viernes y la Consejería de Madrid los ha prorrogado hasta el 28 de febrero
El invierno trae consigo la temporada de gripe, obligando a los hospitales y centros de salud primaria a realizar un esfuerzo extra para sacar adelante las salas de espera. Aún se pagan los recortes estructurales de la sanidad auspiciados por la crisis y en parte, resultado de ello, se elaboran anualmente planes de invierno que ayudan a los profesionales a hacer frente al aumento considerable de pacientes.
400 sanitarios renovados “in extremis”
Este año, la Consejería de Sanidad de Madrid ha contratado de forma temporal a casi 900 sanitarios para su plan de invierno. Todos con contratos de entre 2 y 6 semanas de duración susceptibles de ser prorrogados cada dos semanas en función de las necesidades reales, tal y como ha podido saber ECD.
Este año, Madrid ha mantenido un nivel de intensidad de la gripe alto- según el Informe Semanal de Vigilancia en España- y por ello la consejería ha decidido renovar los contratos de aquellos médicos y enfermeros que finalizaban este viernes. Un total de 400, que se amplían hasta el 28 de febrero, y la mayoría firmados dos días antes de su expiración -según fuentes consultadas por ECD- y que ayudarán a apuntalar un posible rebrote del virus.
Hospitales saturados
Varios sindicatos contactados por este diario califican la medida de “insuficiente”. Aunque este año han aumentado levemente los recursos destinados al plan de invierno respecto a los del anterior, desde el Sindicato de Enfermería aclaran que “son pocos y puntuales” y que “cuando acaba la temporada, vuelven al paro”.
Una temporalidad laboral, según los sindicatos, que empuja fuera de España a los graduados más jóvenes, con la consiguiente carencia general de personal médico que sin duda influye en la saturación de los hospitales madrileños.
Una fuente interna del Hospital 12 de octubre reconoce que durante la epidemia de gripe han tenido que “mezclar pacientes con diferentes virus, cuando en cualquier otra situación no se haría”. Esta misma fuente asegura que viven “en constante estrés” y coincide con la opinión de los sindicatos; se trata de una solución puntual para un problema estructural.
