Javier Fumero

Amador Mohedano es ahora un revulsivo

A lo que hemos llegado... Por partes: a) ‘Supervivientes’ no va bien. El reality de Mediaset no está registrando los datos de audiencia que esperaba la cadena. b) Para Telecinco esto es muy grave. Hay mucha publicidad en juego. O lo que es lo mismo: no hay dinero que perder. c) Por eso, han decidido sacar los tanques a la calle.

Eso significa, en estos momentos, dar un golpe de efecto. Y la Fábrica de la Tele lo tiene muy claro desde hace tiempo: se trata de ofrecer más carnaza. Comerciar con sus pseudo-famosos hasta donde haga falta. Al precio que sea.

Aquí entra en escena Amador Mohedano, el revulsivo. Este señor tiene, como principal activo de su currículum, ser la ex pareja de Rosa Benito. Esta señora tiene, como principal logro de su palmarés haber sido la peluquera de Rocío Jurado. Y haber contado dimes y diretes de todos. Y haber protagonizado mil polémicas. Y haber pasado presuntamente por el sicólogo tras declarar que se quería suicidar, etc, etc...

Ahora, es la estrella rutilante del ‘Sálvame’, como así lo atestiguan esos sondeos de popularidad llamados índices de audiencia. De ese pedestal ha caído –es curioso- la otrora princesa del pueblo: Belén Esteban. Su estrella está menguando.

No es baladí. Todavía recuerdo aquel affaire entre Kiko Matamoros y la propia Belén Esteban en directo, cuando Kiko le lanzó a su compañera de programa, en directo, aquello de:

-- Llevo mucho tiempo trabajando en esto. Bastante antes que tú. Y conozco muy bien este negocio. Y sé muy bien que los que hoy están aquí (señalaba hacia arriba), mañana están ahí (señalaba hacia abajo). Acuérdate de lo que te estoy diciendo.

Alguien dirá que estos asuntos no merecen comentario. No hay que prestarles atención. Es parte del show y no da para más.

No lo creo. Pienso que también hay que escribir sobre estas cosas. Al final y al cabo, esto también es España.

Hay que recordar que en este país se comercia con la intimidad, se fuerzan las historias, se montan escandaleras en público, se provocan peleas de cantina, se mercadea con los chismes y el chandal.

 

En este país hay quien hace una fortuna a base de crear personajes estereotipados que, cuando se apagan los focos de neón, acaban tirados en una cuneta. Terminan allí, con la integridad hecha jirones. Les han sacado el alma a cambio de fama y dinero.

Por cierto, que nadie le pida explicaciones sobre esto al máximo responsable de Telecinco. Paolo Vasile participó hace una semanas en un simposio sobre televisión en la Universidad Europea de Madrid. Allí, el consejero delegado explicó que “el objetivo de Mediaset España es hacer compañía, no enseñar ni cambiar a la gente, ni por supuesto aburrirla. Nuestra visión industrial es dar al público lo que el público demanda para entretenerse, para salir sin salir de casa”.

Y punto.

Está por ver si esta misión a la que se refiere Vasile no tiene una responsabilidad social aneja, inseparable, como sucede con cualquier trabajo honesto. Una responsabilidad de la que uno debe dar cuenta al final del día. El máximo responsable de Mediaset es muy incisivo a la hora de recordarnos a los periodistas que la tenemos. Al parecer, el show business de la televisión es otra cosa.

Este es el país que estamos creando. El de Amador Mohedano como revulsivo. Manda narices.

Más en twitter: @javierfumero

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