Barcelona no lo hace todo mal
Hoy quiero poner en valor a la capital de Cataluña. Porque es de justicia. Ellos solitos, picando piedra durante años, han logrado que la ciudad condal haya vuelto ser el centro del mundo mundial. Ahí es nada.
Estos días se celebra en Barcelona el Mobile World Congress que reúne hasta el jueves a más de 2.000 expositores. Se trata de la feria más importante del mundo de este segmento tan en alza: el móvil.
Celebró su primera edición en 1987 pero su llegada a Barcelona ha revalorizado la marca. En esta edición, se esperan unos 90.000 asistentes de 200 países y un impacto económico de 436 millones de euros para la ciudad.
La importancia de lo que allí sucede viene marcada por algunos acontecimientos significativos. Por lo pronto, Samsung ha elegido este marco para lanzar al mundo su nuevo Galaxy S6, el terminal que pretende ser el ‘alter ego’ del iPhone 6, su más directo competidor.
HTC ha llegado a la cita con la novedad del One M9. Sony y sus nuevos productos de la gama Xperia han creado grandes expectativas. Microsoft ha aterrizado con dos Lumia preparados para el futuro Windows 10.
La primera jornada ha sido también la del regreso de Mark Zuckerberg, tras su visita al MWC el año pasado. El fundador de Facebook ha hablado de su plan para llevar conexión gratis a través de internet.org y ha asegurado que “las aplicaciones marcan el futuro”.
Todo esto demuestra que Barcelona no ha perdido toda su pujanza. Cosa que a mí me alegra y es de justicia señalar. Ojalá eventos como este se sepan aprovechar para dejar a un lado, de una vez por todas, otro tipo de discursos y Cataluña termine recuperando el vigor de antaño.
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