Cortina de humo del PDeCAT para tapar el escándalo
El término “cortina de humo” es de origen militar y alude a la niebla provocada por un contendiente para impedir al enemigo percatarse de los propios movimientos de tropa. Pero también es un viejo recurso de opinión pública. No es algo nuevo.
Hubo hasta una famosa película norteamericana, titulada precisamente ‘Wag the Dog’ (‘La cortina de humo’, en España), dirigida por Barry Levinson, escrita por David Mamet y protagonizada por Dustin Hoffman y Robert De Niro.
Se estrenó en 1997 y narraba un dilema interesante. El presidente americano es acusado formalmente de abuso sexual sólo dos semanas antes de las elecciones a las que se presenta para un segundo mandato. ¿Qué hacer? ¿Cómo impedir que esta crisis arrase con las opciones (pocas o muchas) del presidente por revalidar el cargo?
La solución que adoptó en la ficción la Casa Blanca es recurrir a un asesor, encarnado por Robert de Niro, que contrató los servicios de un productor de televisión para desviar la atención de la ciudadanía con una historia más grande y mejor: la declaración de guerra (ficticia) a un país remoto.
Es el recurso a la manipulación de la política, la prensa y el pueblo por un bien mayor: la distracción de un hecho bochornoso, lacerante y obsceno que amenaza la propia imagen y el mismo futuro del protagonista.
Qué quieren que les diga. A mi todo esto me recuerda lo sucedido este miércoles con el anuncio realizado por JxCAT de un acuerdo cerrado con ERC “para investir a Puigdemont y acordar la Mesa del Parlament”. Como se cuenta en nuestro Chau de este jueves, la noticia se fue desinflando a lo largo del día.
Fue un remedo, burdo y chapucero, de la película de David Mamet. El objetivo ha sido tapar la lacerante dimisión de Artur Mas por el caso Palau que tanto daño ha provocado y va a provocar en la nueva Convergencia.
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