Javier Fumero

Dejen eutanasiar a la niñita

Hay que tener mucho cuidado con las palabras. Porque si a uno le preguntan si está a favor de la muerte digna de las personas, la respuesta es de cajón: sí, claro que sí. ¿O hay alguien partidario de las muertes indignas? Absurdo. Lógicamente, la clave está en lo que se entienda por “muerte digna”.

Entrando en el tema, Andrea es una niña gallega de 12 años que tiene una rara enfermedad degenerativa. Sus padres exigen que el Hospital de Santiago debe acabar con su sufrimiento y dejarla morir: tomar una decisión activa que provoque su muerte. Los médicos han respondido que sólo se comprometen a “limitar el esfuerzo terapéutico” y a evitarle cualquier dolor.

Estaba leyendo sobre esta noticia –tremenda, conmovedora, dolorosa- cuando he visto irrumpir en el debate al líder del PSOE. Pedro Sánchez se ha apresurado a sacar tajada política sobre la cuestión y ha declarado que está dispuesto a regular la muerte digna, es decir, la eutanasia, la muerte asistida, cuando llegue a La Moncloa.

Estas palabras me han recordado un libro que cayó en mis manos hace unos cuantos años. Se llamaba ‘El método’ y lo firmaba una escritora alemana de éxito, de 41 años, llamada Juli Zeh. Esta mujer fue comparada en su día con Aldous Huxley o George Orwell por su capacidad para plantear debates sociológicos, políticos y culturales en su país. Ahí es nada.

En aquel libro exponía una tesis singular:

-- La sociedad actual aplica un modelo de estado basado en una dictadura paternalista que sustituye la religión por la ciencia. Un sistema totalitario cuyo lema embriagador es “solo queremos lo mejor para vosotros”. ‘El método’ sería el nuevo sistema rector de nuestras vidas en el que ciencia y salud son los pilares básicos de la naciones. El régimen garantiza una vida sana en donde el bien individual está supeditado siempre al bien común.

-- Nuestras sociedades europeas padecen la ilusión neurótica de la seguridad, de la salud, de la buena forma física, de la juventud. Sólo aquellos que sean capaces de quedarse en casa, de no navegar por Internet, de no leer periódicos, de no ver la televisión, de no ir a trabajar o de no tener hijos, podrán resistir y escapar de esta opresiva camisa de fuerza.

-- Como alternativa Juli Zeh propone la insurrección: “vive alegremente, fuma si quieres y come todo lo que te apetezca”. Es una rebelión fundamentalmente contra el miedo. Quien tiene miedo constantemente es manipulable. El miedo es un medio del que se sirve el estado para controlar a sus ciudadanos y el mercado para vender sus productos. “Cuando los hombres están convencidos de que la seguridad es más importante que la libertad, han perdido el sentido de la vida”. Mensaje político fundamental, por tanto: no te dejes intimidar, lucha por tu libertad, no seas un egocéntrico que solo piensa en su salud, su belleza o su estabilidad.

La aparición de Pedro Sánchez me ha recordado esta denuncia de Juli Zeh contra los políticos que pretenden sustituir a las religiones y a la moral por una dictadura paternalista. El nuevo patrón busca apoyos para forzar a unos médicos a realizar acciones contra su conciencia por tu bienestar, por tu bien.

 

Me entran escalofríos.

Más en twitter: @javierfumero

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