Desintoxicación digital

El otro día me reuní con un viejo amigo y durante la conversación me hizo el siguiente comentario: estaba de vacaciones y notaba un tremendo rechazo al móvil. No al teléfono sino a las redes sociales. Llevaba varios días alejado de ellas, sin consultarlas, ajeno al contenido del que hasta hace muy poco no podía pasar. Y se sentía… mucho mejor.

Confirmo esa sensación. Cada vez necesito pasar más tiempo alejado de ese mundo. Es una simple cuestión de saturación.

Me consuela pensar que no es algo nuevo. Hace un par de año comenté el caso del periodista Daniel Sieberg.

Trabajaba como corresponsal de Tecnología para las cadenas CNN y CBS hasta la Navidad de 2009. Por aquellas fechas se derrumbó. Durante una reunión familiar –muy propias de fechas como estas- se dio cuenta de que estaba enfermo: vivía enganchado a los gadgets y a las redes sociales.

Los síntomas que describió fueron los siguientes: agotamiento, sensación de vacío, ansiedad, insatisfacción, estado nervioso...

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No podía más y decidió someterse voluntariamente a un ayuno. “Era un obeso digital –explicaba- y necesitaba desintoxicación”. El resultado de su experiencia fue un libro titulado ‘Digital Diet’, en el que describe todo el proceso. Hoy tiene 44 años y trabaja para Google.

Los estudios científicos llevan tiempo hablando del tecnoestrés: el colapso provocado por los efectos nocivos de la conexión permanente y la actualización constante. Si alguien quiere descansar de verdad debe organizar largos periodos de reposo tecnológico, alejarse de los aparatos y las aplicaciones.

Correos, mensajes, perfiles... Son grandes instrumentos, herramientas con un potencial enorme, pero un arma de doble filo si no se mantiene un poco de control sobre ellos.

La salud mental demanda tiempo de ocio real: paseos por el campo, charlas con los amigos, juegos que permitan verse las caras... En definitiva, escenarios no virtuales.

No es sencillo. Existe una cierta dependencia alimentada por esa extraña sensación de que todo se vendrá abajo si no abono, constantemente y sin interrupción, esa red de contactos.

No es verdad. Lo recomendable es realizar, de vez en cuando, una cierta dieta digital.

Más en twitter: @javierfumero