Javier Fumero

Esperanza Aguirre, alcaldesa de Madrid

El título de este comentario es un cálculo, un análisis, un razonamiento que hago hoy atendiendo a varios factores y circunstancias que voy a explicar aquí brevemente. Pero apuesto pincho de tortilla y caña con quien lo desee a que no me voy a equivocar.

1. El Partido Popular no puede perder Madrid. Está dispuesto a librar una batalla a muerte antes que perder este bastión electoral que tanto supone para el PP en influencia, imagen y estrategia. Rajoy lo sabe y hará todo lo que esté en su mano por no perder. Lo que sea. Hay demasiado en juego.

2. Tanto hay en juego, que el presidente del PP pasará por encima de prejuicios, incordios, incomodidades, piques y egos. Rajoy ha demostrado una y mil veces que es un pragmático, un hombre dispuesto a soslayar afrentas o desplantes si de obtener el resultado que persigue se trata.

3. Rajoy el pragmático encargará una encuesta (de uso interno), un sondeo demoscópico, en 2014, exclusivamente para Madrid. Elaborará una lista con cuatro o cinco nombres, donde estará por supuesto Esperanza Aguirre, Ana Botella (que quiere seguir en el cargo) y otros posibles candidatos (Lucía Figar, Cristina Cifuentes…). Se preguntará a una amplia representación de los madrileños y el candidato que obtenga más claramente la mayoría absoluta, según esas estimaciones, será el elegido. Sin más debates.

4. En este desvelo electoral, a Rajoy le preocupa sobre todo Madrid capital, la alcaldía. Porque los votantes del PP están principalmente ahí. Por eso, si el partido logra movilizar el día de las elecciones municipales de forma mayoritaria y contundente a su electorado en la capital, ni el PSOE ni IU tendrán nada que hacer. Nada de nada. El efecto arrastre hará que el PP gane también con mayoría absoluta la Comunidad de Madrid, donde podría presentarse el que fuera mano derecha de Espe, Ignacio González.

5. El presentimiento es que con Esperanza Aguirre se logrará arrasar. Porque ella, y sólo ella, parece en condiciones de reconquistar al electorado del PP que ha huido de Mariano Rajoy y su Gobierno. Esa gente que ha iniciado el proceso de divorcio del PP porque se siente maltratada. Maltratada por la excarcelación de etarras, por la subida de impuestos, por el caso Bárcenas y la contabilidad B del partido, por la tibieza demostrada con la fiera independentista catalana…

6. Falta todavía por decidir el modo en el que se le ofrecerá a Ana Botella una salida digna. Rajoy no tiene nada claro todavía cómo resolver este desafío, un terreno más pantanoso si cabe en estos momentos, por la deteriorada relación que existe con José María Aznar. Pero ni siquiera este punto será un obstáculo, si de salvar Madrid para el PP se trata.

7. Esperanza Aguirre quiere, está dispuesta y le hace una ilusión enorme. Considera que la alcaldía de Madrid es mejor destino político que un Ministerio. Es un puesto de mayor relevancia, proyección, influencia y visibilidad. Abandonó la Comunidad de Madrid por una suma de factores (familiares, presiones de Montoro sobre el presupuesto…) pero también por hartazgo. Se aburría políticamente. Pero la alcaldía de Madrid es otra cosa. Y esas cuestiones de familia ya están felizmente arregladas.

Más en twitter: @javierfumero

 
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