Javier Fumero

El Gobierno ha vuelto a manejar mal la información

Ha vuelto a pasar. El Gobierno Rajoy cometió de nuevo un error grave de comunicación la semana pasada, horas después de conocerse el atentado en Kabul en el que murieron dos policías españoles.

Según desvelamos en nuestra edición de hoy, hubo orden expresa entonces de hacer públicos cuanto antes los anuncios que fueran llegando, de divulgar a los medios cualquier novedad sobre el ataque en cuanto estuviera disponible. Sin dilación de ningún tipo.

Por eso, pasó lo que pasó. Aquí un breve resumen:

-- “Urgente. Atentado en la embajada española en Kabul. El presidente hará declaraciones en Orihuela (Alicante) que se retransmitirán vía satélite”. Primera nota interna del gabinete de comunicación del PP a las 16:15.

-- A las 16:47, la Agencia EFE cita una fuente de Exteriores: “el ataque de Kabul ha sido en la embajada”. “En”, no “contra”. Matiz muy importante que Moncloa cuidó con mimo.

-- Mariano Rajoy comparece con retraso ante los periodistas. Habla a las 18:30 y no admite preguntas. Pide “tranquilidad” y añade: “Lo que parecía una mala noticia parece, por fortuna, que no es así”. Y subraya con insistencia que no es un ataque contra España. También descartó víctimas mortales. Un policía había sido herido pero no sufría lesiones de gravedad.

-- Durante el mítin de Orihuela, un asesor le pasa un papel y Rajoy concluye su intervención diciendo: “El Ministerio del Interior pone en conocimiento de los españoles que, en el ataque del que hemos hablado antes, un policía ha muerto. Desde aquí nuestro cariño y nuestro amor por él y por todos sus compañeros. Muchas gracias”.

-- Se cancela el acto en Murcia, donde estaba convocado un acto de partido. A las 20:30 Rajoy llega al recinto, saluda  a los presentes y se marcha. A las 22:00 Rajoy se reúne con los periodistas de la caravana y facilita más datos: a) que la información es confusa; b) que el policía Isidro Gabino ha muerto; c) que no había más víctimas mortales porque el personal estaba a salvo; d) y que el objetivo eran los “americanos” de la residencia colindante.

-- 05:54 horas del viernes. El Ministerio del Interior difunde otra nota sobre el ataque de Afganistán: “Muere un segundo agente de la Policía Nacional en el atentado en Kabul”, Jorge García Tudela.

 

-- A las 10:50, el PP emite un comunicado más lamentando profundamente “el fallecimiento de los dos policías”, aunque la campaña "continúa”.

-- A las 13:23, la Moncloa hace público otro texto explicando lo sucedido. “A esta hora se mantiene abierta la investigación para esclarecer todos los detalles del atentado. Aunque un comunicado de los terroristas y la información de la propia policía afgana señalan que el objetivo del atentado no era la embajada de España, se mantiene abierta la investigación y no se descarta ninguna hipótesis”. Y añade: "Han fallecido dos ciudadanos españoles y nuestros intereses han sufrido graves daños. Es, por tanto, un ataque contra España”.

¿Por qué todo esta ceremonia de la confusión? ¿No era mejor esperar? ¿Por qué no hacer como otros gobiernos que apuestan por la cautela antes de informar? ¿Por qué no esperar una segunda confirmación antes de lanzar lo primero que llega? ¿Por qué no se ha aprendido nada de la crisis de los pilotos fallecidos en el helicóptero que se precipitó al mar en Canarias?

La explicación a este nuevo ‘patinazo’ de Moncloa es doble:

1. Estamos en periodo electoral. Es decir, en zona crítica, de máxima sensibilidad: estos días los errores se conjugan en miles de votos. Bromas las justas. Y el tema de la guerra, de los atentados es de gran importancia en el voto. Los analistas demoscópicos han confirmado que los ataques de París han provocado cambios en la decisión de los votantes, en este caso a favor de los partidos con experiencia de gobierno: PP y PSOE. Bien podría ser al revés.

2. Nadie en el Gobierno olvida –y mucho menos, Rajoy- lo vivido en España los días posteriores al 11-M de 2004. Un penoso manejo de la información entonces, con un giro en la investigación de ETA hacia la pista islamista que se comunicó tarde y mal, terminó con las opciones del PP de mantenerse en el Gobierno.

Sin embargo, todo lo sucedido no justifica el guirigay del otro día, con ese sucederse de anuncios, desmentidos y contradicciones en menos de 24 horas. Las cosas se hicieron mal.

Más en twitter: @javierfumero

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