Hiper-proteger al líder de Podemos

No entiendo bien lo que está pasando en este país con Pablo Iglesias y Podemos. No es muy normal, me parece.

Hace unos días, el personaje acudió a Televisión Española para una entrevista. El presentador quiso tener su minuto de gloria y le planteó una pregunta con editorial incluido:

-- “Si uno pone Pablo Iglesias en Internet aparecen miles de vídeos del pasado, presente, del pasado lejano... Y hay uno en el que hemos visto a Pablo Iglesias defender la salida de los presos de ETA de las cárceles. Esta semana está usted de enhorabuena entonces...”.

Ese “enhorabuena” lanzado al aire por Sergio Martín, presentador de ‘La noche en 24 horas’ y director del Canal 24 horas, ha dado vida a una inmensa polémica. A mi juicio, completamente desproporcionada.

La agitación cobró forma el mismo viernes a través de las redes sociales, una plataforma donde los simpatizantes y asesores de Pablo Iglesias se mueven a la perfección.

A la campaña se han sumado después los que buscan desgastar a la Corporación. Han llegado a pedir la cabeza del periodista. Inaudito.

Yo jamás hubiera hecho esa pregunta. Se puede ser incisivo y no prejuzgar a las personas, evitar las ironías, realizar juegos de palabras... O sea, no estoy de acuerdo con ese modo de presentar una cuestión a un entrevistado. Pero de ahí, al guirigay que se ha montado hay un trecho bastante largo.

Tanto, que todo me escama mucho. Aquí hay gato encerrado. Porque insisto: no es que se critique al periodista, algo perfectamente legítimo, es que se exige su destitución. ¿Por una pregunta? No lo entiendo.

Espero que alguien me lo razone.

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