Joder con los “beneficiarios a título lucrativo”
Hace unos días se publicó en estas páginas una noticia de bastante trasfondo. La estrategia jurídica de los encausados por los ERES de Andalucía va a dar un giro de ciento ochenta grados: argumentarán –como la Infanta Cristina y Ana Mato- que sólo fueron “beneficiarios a título lucrativo”. Es decir, multita y para casa.
Recuerden. La infanta y la ex ministra de Sanidad han quedado liberadas de cualquier responsabilidad penal por el caso Noos y en el caso Gürtel, respectivamente, amparándose en esta figura jurídica recogida en el artículo 122 del Código Civil.
Ana Mato y Cristina de Borbón sólo están obligadas a devolver el dinero de origen fraudulento del que hicieron uso al no poder probarse que ninguna de ellas haya sido consciente de que estaba obteniendo un beneficio de manera ilegal.
Ahora, los abogados de los empresarios y cargos de la Junta de Andalucía implicados en los ERES fraudulentos van a pedir a la fiscalía de Sevilla que considere a sus clientes como “beneficiarios a título lucrativo” de ese contubernio con el que, salvo que alguien consiga demostrar lo contrario, nada tuvieron que ver.
No sabemos las pruebas que ha logrado reunir la juez Alaya, pero más le vale que tenga todo el sumario atado y bien atado. En caso contrario (y no me parecerá mal, por cierto), aquí se va a escapar de rositas hasta el apuntador.
Sin embargo, el pufo de los expedientes de regulación de empleo falsificados es un hecho cierto, tondo y lirondo. Otra cosa es que no se pueda acreditar quién los promovió, alentó, facilitó, ejecutó y se forró a su costa. Sería lamentable que los culpables quedasen impunes. Sean quienes sean.
Pero esto va a ser una avalancha: los ‘títulos lucrativos’ van a salir hasta de debajo de las piedras. Ya lo verán.
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