Javier Fumero

Mantener en babia a la ciudadanía

La semana pasada nos desayunamos un informe bochornoso. El examen de competencias básicas de la población adulta elaborado en 23 países por la OCDE sitúa a España a la cola de las economías desarrolladas. Somos los penúltimos en lectura y el último en matemáticas. Una vergüenza.

Se decía que el supuesto retraso formativo de la población adulta en España se debía a la falta de escolarización de las generaciones anteriores. Y resulta que no. Estos datos desmontan esa tesis. Cuando se miden capacidades y no títulos, los españoles adultos, incluidos los universitarios, salen malparados.

¿A qué es debido?

Personalmente pienso que todo se debe a una cosa: a falta de Educación. Y esto, a su vez, es fruto de la fuerte ideologización que ha marcado este debate en España desde el inicio de la democracia. Pues ya nos vale.

Va siendo hora de que un tema tan delicado, del que tanto depende la felicidad y el bienestar de las futuras generaciones, quede al margen de rencillas de partido, de cabildeos, de pulsos ideológicos.

No va a ser fácil. Porque estamos dentro de un bucle, en una espiral autodestructiva. “Cuando yo llegue al poder, me cargaré tu ley”. “Pues después, no me pidas nunca que pacte contigo sobre esta cuestión”. Efectivamente, el primero llega a Moncloa y decide unilateralmente. La propuesta dura unos años y vuelta a empezar. Y así sucesivamente… mientras caemos en picado en las evaluaciones internacionales sobre conocimientos.

¿Por qué no acuerdan ‘populares’, socialistas, comunistas, centristas y nacionalistas, de una vez por todas, una ley educativa para los próximos 20 años que sirva realmente para potenciar la formación de nuestros jóvenes? ¿Por qué no pactan dejar para siempre la educación al margen de la ideología?

Existe una posibilidad. El gurú de la izquierda política norteamericana Noam Chomsky ya lo dejó claro cuando explicó su teoría sobre las premisas básicas de la manipulación de la opinión pública. Una de ellas, y no la menos importante, es la ignorancia. Todo manipulador que se precie debe mantener en babia a la ciudadanía.

Si los súbditos son incapaces de comprender lo que traman los poderosos, si permanecen alelados y ajenos a los métodos utilizados para su control y esclavitud, todo irá bien para los líderes.

 

“La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible –decía Chomsky-, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores”.

¿Será eso?

Más en twitter: @javierfumero

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