Javier Fumero

El PSOE pierde o pierde

Las cosas pintan mal para el PSOE. El balance que arroja la recogida de avales de los tres candidatos es demoledor. Resulta difícil atisbar un final feliz para las primarias.

La pírrica victoria de Susana Díaz frente a Pedro Sánchez y el pinchazo de Patxi López aboca al PSOE a dos únicos escenarios… a cual peor. Los dos son igualmente inquietantes, insisto, para los propios socialistas. A saber:

1. Si gana Susana Díaz. Es muy probable que la presidenta de la Junta de Andalucía tire la casa por la ventana estas últimas semanas y logre vencer finalmente el día 21 de mayo. Pero, por lo que se ha podido constatar estos días, no lo hará de forma aplastante. Ni mucho menos. Ganará por la mínima y ante un candidato completamente enfrentado a ella.

Esto confirma algo preocupante: el PSOE saldrá de este envite seriamente dividido, partido en dos. Con todo lo que eso significa de cara al futuro: durísima oposición interna, guerra soterrada en las distintas federaciones entre los dos bandos, reclamaciones de puestos en la Ejecutiva Federal…

Incluso hay quien admite internamente el riesgo de fractura. Si gana Susana por muy poco se hablará de “pucherazo” (esa especie circula y ese riesgo existe) y todo puede acabar con una escisión en toda regla, con la marcha de grupos de descontentos que se consideran traicionados y humillados. Y ya se sabe: divide y perderás.

2. Si gana Pedro Sánchez. Es la otra opción: que el ex secretario general logre el sorpasso en la recta final y logre volver a Ferraz de donde lo echaron con cajas destempladas. ¿Qué pasará entonces? Que el PSOE cambiará de estrategia. Con todo lo que ello supone.

Sánchez concita a la militancia rabiosa, que reclama la vuelta a una formación más obrera, de izquierda, radical, enfrentada por sistema al PP. Esto es justo lo que defendió Jeremy Corbyn para el laborismo en el Reino Unido y Benoît Hamon para los socialistas franceses. El resultado ha sido un rapapolvo electoral de campeonato para ambos.

Porque para izquierda radical, populista, cañera y sin sentido de Estado, el pueblo prefiere votar al original, no a un sucedáneo. En eso a los socialistas le sacan amplia ventaja los Podemos, Compromís, las Mareas, las Ada Colau, los Jean-Luc Mélenchon y toda la tropa.

Más en twitter: @javierfumero

 
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