Javier Fumero

Por qué Pablo Iglesias arremetió contra Felipe González

La mención a la cal viva de los GAL fue el ‘zasca’ más categórico que se escuchó el miércoles en el Congreso de los Diputados, durante la segunda jornada del pleno de investidura. Este ataque tiene un por qué.

El ex presidente socialista Felipe González lleva mucho tiempo trabajando para desmontar a Podemos. Y más concretamente, a su líder Pablo Iglesias. Lleva años escarbando en las hemerotecas, buscando información sobre el politólogo de la Universidad Complutense. Así lo confirman en privado fuentes del entorno más cercano del político socialista.

Su primera exploración se centró en el programa electoral que presentó el partido morado a las elecciones europeas de 2014. Realizó incluso un análisis comparado con el plan de gobierno que presentó Nicolás Maduro en 2013 a los primeros comicios en Venezuela tras la muerte de Hugo Chavéz. Lo que salió le dejó impresionado.

Se percató de que Podemos y el Gran Polo Patriótico de Maduro compartieron… ¡¡hasta el mismo tipo de letra en la redacción de los programas!! Pero no sólo: coincidían en expresiones, giros, razonamientos, estrategias, planteamientos de fondo…

Lo que sucede –explica ahora Felipe González- es que Pablo Iglesias ha optado por disimular. “Se ha moldeado”, explica textualmente, para cortar cualquier vinculación con los regímenes de Venezuela, Cuba o Irán. Ofrece un tono más moderado para lograr el mayor número de seguidores posible.

Felipe González también denuncia desde hace meses la táctica empleada por Pablo Iglesias para aglutinar el apoyo de todos los grupos de izquierda partiendo de la universidad. Ha cimentado su base de simpatizantes en las aulas, como sucedió en Francia durante la revuelta universitaria de mayo del 68.

La conclusión a la que ha llegado Felipe González no es ningún secreto: a su juicio, en estos momentos, Pablo Iglesias constituye el principal peligro para España, sin ningún género de dudas.

Todo esto lo sabe muy bien Podemos y explica el dardo envenenado que el otro día lanzó su líder cuando todos los focos estaban centrados en él. Disparó donde más le podía doler al ex presidente del Gobierno. Atacó su honor por dos veces.

No fue un pronto. No fue casualidad. No fue un calentón pasajero. Fue un ataque premeditado y con toda la intención.

 

Más en twitter: @javierfumero

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