Pasta gansa para Cataluña

Pragmatismo puro y duro. Mariano Rajoy ha llegado a Cataluña y ha sacado la chequera. Pasta gansa para intentar pinchar el suflé independentista. ¿Os quejáis de agravio comparativo? ¿Denunciáis pocas inversiones? Pues aquí tenéis 4.200 millones de euros en tres años.

Rajoy ha explicado que esa inversión es posible ahora porque España ha salido de la peor crisis económica de su historia, y ya se está recuperando.

¿A qué irá destinado ese dinero?

-- La red de ferrocarriles de cercanías recibirá 1.900 millones de euros hasta 2020 y casi 4.000 millones hasta 2025.

-- Otra gran prioridad será el Corredor Mediterráneo, cuyos tres tramos catalanes estarán terminados en 2020, según el compromiso del Gobierno.

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-- Hasta 2020, los aeropuertos catalanes recibirán una inyección de 200 millones de euros, y otros 40 millones para la navegación aérea.

-- Por último, las carreteras de la región tendrán un presupuesto de 850 millones hasta el año 2020.

Claro y concreto. Sin circunloquios. Tanto… que el anuncio sitúa a los promotores del referéndum ante un dilema: cómo seguir insistiendo ahora en la desconexión cuando se subsana una de los principales afrentas, una reclamación histórica.

Ya he dicho en alguna ocasión que los catalanes sensatos (no hablo de los agitadores como Anna Gabriel o Daniel Fernández) son sensibles al cariño, la adulación y la cercanía. Pero son eminentemente pragmáticos. ¿Qué va a pasar ahora?

Apuesto pincho de tortilla y caña a que algunos empezarán a decir que las inversiones llegan tarde y, erre que erre, insistirán en romper y marcharse. “Ahora no respiro”. Pero el anuncio de Rajoy va a dividir a la sociedad civil y a la clase empresarial. Ya lo verán.

Más en twitter: @javierfumero