Javier Fumero

Pedro Arriola ha hablado

Y así, piano piano, vamos quemando etapas que nos van acercando a las elecciones municipales y autonómicas.

Por lo pronto, el Partido Popular tiene el desafío donde quería. Ni más ni menos. Mariano Rajoy y Pedro Arriola están calcando la estrategia de las Europeas, que tan buenos réditos les dio. El PP ganó los comicios cuando parecía un imposible, el PSOE entró en crisis (dimisión de Rubalcaba incluida) y sólo hubo que lamentar un pequeño contratiempo: la irrupción de Podemos.

Se trata de replicar los principios inspiradores de aquella cita con las urnas. La hoja de ruta del presidente del Gobierno y su asesor demoscópico contiene tres ejes vertebradores. A saber:

a) Una campaña electoral corta. La tardía designación de candidatos en comunidades autónomas y ayuntamientos clona la estrategia que el PP siguió el pasado año. Miguel Arias Cañete fue designado en el último momento, casi sobre la campana, para evitar desgastar al candidato.

Rajoy y Arriola forzaron de este modo un periodo pre-electoral de sólo tres semanas. ¿Por qué? Muy sencillo. PSOE y IU buscarán un enfrentamiento con los ‘populares’ a cara de perro. Tratarán de movilizar a sus votantes arremetiendo contra los recortes sociales que ha realizado el Ejecutivo en estos tres años y medio y la corrupción que salpica al PP (Gürtel, caja B de Bárcenas, Púnica). Van a intentar movilizar a su electorado (evitando una fuga masiva a Podemos) buscando el cuerpo a cuerpo.

El plan de los ‘populares’ es evitar toda confrontación directa en estos dos campos. Una táctica que sólo se puede llevar a cabo si la campaña electoral es corta.

b) El mensaje central, adaptado a cada localidad, será: el PP nos ha sacado del pozo.  Una campaña “corta pero intensa” permitiría al Partido Popular arrimar el ascua a su sardina. Es decir, sembrar el campo del mensaje que más le conviene: España es hoy un país mucho mejor (más viable, seguro, respetado, sólido) que en el año 2011. Quedan muchas cosas por hacer, es indudable. Pero no se arriesgue a perder lo que hemos conseguido. Tampoco en su pueblo o en su región.

c) Lo importante son las siglas, no los nombres propios. Los analistas demoscópicos han convencido a Rajoy de que lo que ‘vende’ en estas elecciones (y las que vienen) son las siglas. Las personas no van a ser tan decisivas. Los votantes darán su apoyo a un modo de entender la vida y rechazarán otros. En unas elecciones tan polarizadas ideológicamente, dice Arriola, no cuentan tanto los apellidos como los partidos. En general.

Palabra de Pedro Arriola.

 

Más en twitter: @javierfumero

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