Periodismo del siglo XXI: Obama y su relación amorosa con Beyoncé
Este lunes, un conocido ‘paparazzo’ francés llamado Pascal Rostain decidió “vengarse de la prensa seria”. Aprovechando una entrevista de promoción de su nuevo libro, soltó en la popular emisora de radio Europe 1 lo siguiente:
-- “Mañana vamos a asistir a algo enorme. El Washington Post, un periódico que no se puede considerar canalla, va a publicar una noticia sobre la presunta relación de Obama y Beyoncé, y por supuesto hablará de ella la prensa de todo el mundo”.
Lo que pasó después se cuenta con detalle en este blog del diario El País, firmado por su corresponsal en París, Miguel Mora. Pero sintéticamente fue esto: a) el periodista se convirtió rápidamente en ‘trending topic’ de la prensa fetén; y b) numerosas web informativas francesas e internacionales dieron por cierta su declaración sin mayor miramiento.
El bulo corrió como la pólvora. Y Pascal Rostain logró sacarle los colores a las ediciones digitales de diarios tan prestigiosos como Le Figaro o Le Soir. Le llamaron medios como la FOX, CNN, El País y varios extranjeros. Pero otros no contrastaron la información. La lanzaron sin llamar al Post ni al propio periodista.
Algo similar se cuenta hoy en las páginas de El Confidencial Digital. La revista satírica Mongolia realizó el pasado sábado un ejercicio arriesgado: se inventó, de cabo a rabo, una retransmisión por twitter en directo de la declaración de la Infanta Cristina en los juzgados de Palma.
Pusieron en boca de la Infanta cosas que no dijo, repuestas que no dio. Para dar mayor verosimilitud a la patraña, tuiteaban incluso supuestos problemas con la conexión del pirata que filtraba (falsamente) los mensajes.
¿Qué sucedió? Esa misma mañana hubo incluso usuarios indignados que protestaban porque algunos periodistas se hacían eco de esas frases... ¡sin citar!
Creo que todo esto exige una reflexión. Internet es el único medio que permite una actualización inmediata de noticias, en todo momento y desde cualquier lugar. Las radios y las televisiones emiten informativos regularmente, salvo el canal 24 horas y Radio 5 Todo Noticias. Pero es otra cosa. Los riesgos son enormes.
Debemos reflexionar porque se trata de algo bastante grave. Los medios de comunicación están inmersos en una crisis de identidad sin precedentes con la llegada de Internet. A esto hay que sumarle los efectos del descalabro financiero provocado por la caída de sus ingresos publicitarios. Lo menos que conviene ahora es que comience a calar entre los ciudadanos que, encima, la prensa no es fiable.
La credibilidad es el don más precioso del que gozamos las empresas informativas. Es un seguro de vida, lo único que puede avalar nuestro futuro. Por eso, nadie en su sano juicio se la juega. Hay mucho que perder y esa audiencia que se obtiene es muy efímera.
De ahí que los periodistas debamos extremar la atención para detectar estas trampas que tanto daño nos hacen.
Más en twitter: @javierfumero
