Javier Fumero

Rajoy no entiende a La Sexta. Rajoy no entiende el periodismo

Lo contamos con detalle hace varios meses. La explicación del perímetro de seguridad que Mariano Rajoy ha decidido establecer con los medios de comunicación reside en un factor de fondo: el presidente no entiende el periodismo.

Lo ha vuelto a demostrar la semana pasada, cuando declaró en Sitges:

-- El “martilleo continuado de todos los casos de corrupción en las televisiones nos ha hecho daño, y también la forma de tratarlo".

O sea, el problema del PP no ha sido principalmente la corrupción, ni que haya corruptos en su partido. No. El error es que haya medios que lo cuenten, que pongan el grito en el cielo y que carguen contra los responsables.

Yo creo que esto no es tratar con respeto a los ciudadanos. Porque si en el siglo XXI un medio se extralimita y carga de forma desmesurada contra algo o alguien, el público lo sabe percibir y lo abandona. Ese medio queda entonces reducido a un simple altavoz para exaltados y pierde relevancia. Algo así sucede, por cierto, con la actual Televisión Española que tan mal ha gestionado el Partido Popular.

Pero con La Sexta no pasa eso. La Sexta tiene una línea editorial claramente definida –de eso no hay duda-, poco afín al PP y bastante crítica con la derecha. Te puede gustar más o menos, pero es una televisión informativa y de opinión, que demuestra un gran talento para llevar el pulso de la actualidad y acierta en bastantes planteamientos.

Que esto no lo perciba Rajoy, insisto, se explica porque no entiende el periodismo. Lo que se traduce en una fobia evidente a la prensa. Expresado esquemáticamente, el razonamiento del líder del PP es el siguiente:

-- Los medios de comunicación sólo traen problemas. Una relación estrecha con periódicos y grupos mediáticos ofrece escasos réditos y abundantes dolores de cabeza. Por eso dejó claro a su equipo hace mucho tiempo: cuanto más lejos de los directores de medios y de los informadores, mucho mejor.

-- Los dos presidentes del Gobierno que le precedieron acabaron mal con los periodistas. José María Aznar sigue pagando por la guerra de Irak y la famosa foto de las Azores, con Bush Jr. y Blair. José Luis Rodríguez Zapatero flirteó con un grupo mediático ‘de izquierdas’, nucleado en torno a Mediapro, y se ganó la enemistad del Grupo Prisa, con Juan Luis Cebrián a la cabeza. Les zurraron de lo lindo. Eso no me va a pasar a mi.

 

-- Pero sobre todo, es que la prensa no es determinante para ganar unas elecciones. Los periódicos no me van a hacer ganar o perder los votos que necesito para la reelección. Yo llegué a La Moncloa sin la ayuda de periódicos, televisiones y radios. Y ahora no veo necesario dar un giro.

Por todo esto, Rajoy delegó la conexión de alto nivel con los medios en el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría y en la secretaría de Estado de Comunicación, que dirige Carmen Martínez Castro. Por esto, piensa que el mal no está dentro del partido sino fuera, en quien canta las verdades al barquero.

Qué grave error.

Más en twitter: @javierfumero

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