Javier Fumero

A Rajoy no le ha explotado el Canal en mal momento

Que existe malestar en Moncloa por todo lo que está pasando no es ningún secreto. Vuelve la corrupción del Partido Popular al primer plano, a copar las portadas y telediarios.

Es muy lamentable, aseguran en Presidencia, porque después de todo se había logrado pasar página, minimizar los daños, superar la visión de unas siglas relacionadas permanentemente con la corrupción. Sin embargo, ahora todo vuelve al primer plano llevándose por delante los esfuerzos realizados. Agotador.

Sin embargo, a Rajoy no le llega este tsunami en mal momento. De hecho, puestos a pedir un deseo y elegir cuándo asumir el estallido de esta crisis, el presidente hubiera escogido esta etapa. Por varios motivos:

-- Estamos a principios de la legislatura. Los Gobiernos suelen elegir los primeros meses de su mandato para tomar las medidas más impopulares. ¿Por qué? Porque habrá tiempo suficiente, antes de las próximas elecciones, para digerir el mal trago. Eso mismo vale para la ‘Operación Lezo’. Los daños que todo esto pueda provocar al PP en las urnas todavía no preocupan.

-- Los Presupuestos están prácticamente cerrados. Afortunadamente para el Ejecutivo, el acuerdo para unas cuentas del estado consensuadas sin mayoría parece hecho. Nadie se va a mover ahora de esa foto porque hay prebendas concedidas y mucho dinero en juego. Lo máximo que puede pasar es que algún interlocutor suba ahora un poco más sus exigencias: nada que impida cerrar un pacto de esta trascendencia.

-- Goza ahora de un gran prestigio internacional. En Moncloa han constatado que la estrategia de Rajoy de ‘manejo tranquilo de los tiempos’ comienza a dar sus frutos también fuera de España. El presidente ha conseguido, con los años, mejorar la percepción que tienen de él los líderes internacionales. Porque, efectivamente, va pasando el tiempo y el dirigente español ha sumado dos importantes logros a su haber: ha frenado al populismo y ha logrado transformar la económica española en tiempo récord. Por ahí pocos pueden presumir de algo así.

-- Tiene a la oposición hecha unos zorros. La ‘Operación Lezo’ salta precisamente cuando el PSOE, Podemos y Ciudadanos no están para muchos trotes. Los socialistas están divididos como nunca y sus líderes, más preocupados por su propia supervivencia que por lo que hace el Gobierno. La formación morada bastante tiene con sanar las heridas de su último Vistalegre y con arreglar los problemas que tiene en algunas regiones donde hay deserciones y pierde fuelle. Albert Rivera no se ha consolidado aún y gestiona con dificultad un partido bisoño.

Por todo esto, Rajoy respira tranquilo. Podía haber sido peor.

Más en twitter: @javierfumero

 
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