Republicanos o no, déjenles hablar
De lo acaecido este jueves en el marco de los actos de proclamación de Felipe VI hago un balance general bastante positivo. Sin embargo, hay un hecho que, a mi juicio, ha desentonado bastante. Se trata de la actuación policial contra unos republicanos que han querido manifestarse.
Según información de agencias, la Policía Nacional detuvo ayer primero a tres personas. Dos se negaron a ser identificados cuando portaban camisetas con los colores de la bandera republicana. El tercero trató de saltar una valla y gritó ¡Viva la República! una vez pasada la comitiva real.
Los agentes identificaron en total a unas 40 personas. Todos relacionados con la república y el movimiento 15-M. Al final, unas 500 personas se manifestaron en el centro de Madrid a favor de la república. Hubo cuatro detenidos más (siete en total) entre los que se encontraba el ex político de AP, Jorge Verstrynge, por alteración del orden y resistencia a la autoridad.
No me parece bien todo esto. No entiendo que se prohíban banderas republicanas al paso del Rey. No comparto este afán de simular una unanimidad que, de hecho, no existe en la sociedad española.
Felipe VI lo sabe. No creo que se fuera a asustar por ver en la calle cuatro banderolas con una franja morada. Nada iba a quedar deslucido porque lo monocolor por decreto también es repulsivo. No se pueden esconder las protestas a garrotazos.
Por si alguno tiene dudas, que se vaya preparando. Al nuevo Rey le van a silbar. En los próximos años, escucharemos abucheos al monarca, recibirá algún desplante, se le lanzarán reproches.
La Familia Real debe acostumbrarse y tengo para mi que ya está perfectamente vacunada. Saben en qué sociedad viven y que su principal cometido consistirá precisamente no tanto en tapar las cosas, como en ganarse el corazón de los españoles (monárquicos y republicanos). Con su trabajo y abnegación.
Lo contrario, jugar al escondite con la disensión, es de inmaduros. Así lo veo yo, al menos.
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