El abrazo del oso contra Yolanda
Lo explicaban así de claro desde el PSOE: “no tememos a Yolanda Díaz. Es cierto que crece en las encuestas, donde obtiene más valoración que Pedro Sánchez. Y ese proceso de escucha por España le va a dar más notoriedad. Pero no nos ofrece ningún problema. Cuando llegue el momento, desplegaremos nuestro golpe de gracia contra ella: el abrazo del oso”.
Me llamó la atención esa expresión: el abrazo del oso. Es decir, convertir una muestra de cariño y afecto en un arma letal. Te quiero tanto, tanto, tanto… que termino por asfixiarte. Y para colmo, acabará pareciendo un accidente, que es lo más paradójico.
Pues el PSOE ha empezado a desplegar esa estrategia. Todo son sonrisas y parabienes con la vicepresidenta, pero el líder socialista se acaba de mover apretando con fuerza el espacio de su rival a la izquierda:
-- En el Debate sobre el Estado de la Nación le hurtó dos de sus principales banderas con anuncios de gran impacto social: el impuesto a la banca y el gravamen a las empresas energéticas. Tocada.
-- Ahora Pedro Sánchez acaba de abrir un proceso de escucha, de cercanía con “la gente” (así lo ha llamado), que curiosamente se parece tantísimo a Sumar y a ese road show que Yolanda está realizando por el país para atender a los ciudadanos de la calle.
Yolanda se ha dado cuenta y reacciona. Acaba de abrir dos nuevos frentes: la subida de salarios junto a los sindicatos y contra el parecer de la CEOE y la limitación del precio de 30 productos básicos de la cesta de la compra.
El PSOE necesita una Yolanda fuerte, pero no va a permitir que la vicepresidenta le robe todo el pescado del caladero de la izquierda. Ni mucho menos. Atentos a los zarpazos.
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