Aires de tamayazo en la sesión de investidura
Ha empezado a correr la especie de que entre las filas socialistas se está gestando una especie de nuevo tamayazo en un momento especialmente delicado para el PSOE.
El movimiento persigue que algunos diputados socialistas, dieciséis para ser exactos, opten en la sesión de investidura por traicionar a su líder Pedro Sánchez y voten NO a la coalición de gobierno con Podemos que contará con el apoyo de los independentistas catalanes y el nacionalismo vasco.
Como es fácil suponer, se trata de una operación instigada fundamentalmente por simpatizantes no socialistas, que apelan a la integridad y valentía de los “constitucionalistas” que, con su voto, van a corroborar el llamado Gobierno Frankenstein.
Lo más relevante de todo es que la citada corriente está generando enfado y nerviosismo en las filas del PSOE. En Moncloa y en Ferraz hay quien no las tiene todas consigo. Se tratará de una votación ajustada, sobre un asunto relacionado con temas de fondo como la unidad de España y la cesión a los nacionalismos extremos. Poca broma.
Inés Arrimadas ha sido la primera acusada de promover esta rebelión, con su propuesta de llamar a los barones más críticos del PSOE “para pedirles que intenten hacer recapacitar a Sánchez” sobre sus acuerdos de investidura y “frenar esta locura” apelando a su “sentido de Estado”.
Pero no solo. El propio Pablo Montesinos, uno de los portavoces del PP, ha sido también muy explícito este jueves en la Cadena COPE:
-- “¿No hay ningún barón del PSOE que le diga a Sánchez que no puede pactar la venta de España? ¿Ningún diputado de la bancada socialista va a exclamar “ya basta” antes de la investidura? Todavía están a tiempo”.
Lo más chusco de todo es que si uno se fija y mira bien, allí, por Ferraz, podrá identificar a uno de los protagonistas de aquella maniobra fatal, consumada en mayo de 2003, que impidió un gobierno del PSOE en Madrid a mayor gloria de Esperanza Aguirre (que, meses después, obtuvo mayoría absoluta en las urnas): Rafael Simancas.
Efectivamente, el gran Simancas ha salido en varias fotos estos días porque Pedro Sánchez lo tiene a su lado, como asesor. ¿Ironías del destino? Veremos. En el PSOE nunca se sabe.
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