Alberto Garzón no es un neandertal
El mismo día que Isabel Díaz Ayuso sale diciendo que “pedirle a un comunista que entienda de economía es como pedirle a un neandertal que entienda de internet” aparece el ministro Alberto Garzón con esa ‘Huelga de juguetes’ contra los estereotipos sexistas en los anuncios y catálogos. Las niñas aparecen jugando con muñecas y los niños, con balones de fútbol. Y eso está mal. Por eso el departamento que dirige Alberto Garzón ha convocado un parón simbólico de juguetes el domingo 12 de diciembre, de 11:00 a 12:00 horas, para reclamar el derecho de los cachivaches “a jugar con el 100% de los niños y niñas, no solo con el 50%”.
Alberto Garzón no es un neandertal. Es ministro de Consumo pero no parece entender de economía. O ésta le importa un pimiento, que vendría a ser lo mismo. O podrían ser conceptos no excluyentes: como el político no entiende mucho de la materia se mete en unos berenjenales de aúpa. Porque hay precedentes.
El pasado mes de junio pidió a los españoles que consuman menos carne, “para proteger su salud personal y la del planeta”. Se trata de bajar las emisiones de gases de efecto invernadero pero la ocurrencia provocó un enfado monumental en el sector de la ganadería en España compuesta por unos 180.000 profesionales, familias en su mayoría. Ellos aseguran que las emisiones de este tipo que produce la ganadería española son de un 9% cuando sólo el Transporte es responsable de un 27%. Aquí se emplea a más de dos millones de personas (más de 500.000 directamente de la ganadería) y hay otros 97.000 trabajadores pertenecientes a las industrias cárnicas y otros 75.000 en el comercio minorista de la carne. La cifra de negocio del sector representa el 2,4% del total del PIB español. A Garzón no le importó moverle la silla a estos profesionales.
Después, el pasado mes de octubre, el titular de Consumo anunció su intención de prohibir la emisión de publicidad de chocolates, dulces, pasteles, helados y zumos durante el horario infantil en televisión, en canales dirigidos específicamente a menores y en plataformas digitales con público menor de 16 años. El decreto, que se aprobará el año próximo, pretende reducir los altos niveles de sobrepeso en menores en nuestro país. Los fabricantes de postres y chuches no entienden esta falta de tacto y que no se les haya consultado.
No digo que alguna de estas reformas no haya que abordarlas. Pero siempre con cuidado, con mimo, de acuerdo con los principales sectores afectados. España intenta salir de una crisis económica brutal y hay muchos hogares en vilo. También los fabricantes de juguetes que se van a sentir atacados ahora, situados en el centro de la diana. Mientras tanto, la luz sigue su terrible escalada de precios. Sobre esta cuestión tan importante, Alberto Garzón no ofrece soluciones. Una lástima.
Más en twitter: @javierfumero
