Javier Fumero

Que alguien pague por las chapuzas en la campaña de vacunación

La vacuna contra el Covid-19 llega a España.
La vacuna contra el Covid-19 llega a España.

No tiene un pase. Que las autoridades españolas, nacionales y regionales, estén fallando en un asunto tan grave es inaceptable. No se entiende. No es de recibo.

Estamos ante una cuestión de emergencia nacional, el desafío más importante de nuestra historia reciente. La pandemia exige el máximo por parte de nuestros gestores. La mayor dedicación y todo el talento posible debe entrar en juego para sacar al país de esta abominable epidemia que se está llevando miles de vidas por delante y poniendo en riesgo la modesta economía de todas las familias.

Ahora la solución está ahí. Son las milagrosas vacunas que, gracias al avance de la ciencia y al empeño de un puñado de anónimos investigadores, han llegado antes de lo previsto. Sin embargo, los gobernantes de este país no están dando la talla en la aplicación del remedio. Es vergonzoso.

Las autonomías sólo han logrado poner el 28,4% de las vacunas que recibieron en la primera semana. Hasta el día 3 de enero, Cantabria había suministrado 304 de las 5.850 dosis recibidas (un 5,2% del total). Madrid, 3.090 de 48.750 (6,3%). Extremadura, 753 de 10.725 (7%). La Rioja, 329 de 2.990 (11%). Castilla-La Mancha, 2.036 de 17.750 (11,5%). Cataluña, 8.293 de 60.000 (13,8%). Aragón, 1.848 de 12.015 (15,4%)…

¿Qué está pasando? Las explicaciones de las autoridades son claramente insuficientes. Que no se está trabajando en la campaña los fines de semana ni los festivos (Madrid, Cataluña). Que no hay ancianos en las residencias, porque han salido a pasar estos días con sus familias. Que no se han podido cuadrar los turnos de los enfermeros voluntarios, ni formarlos bien (Cataluña, Cantabria).

No me vale. En absoluto. Este cortocircuito organizativo en un momento tan importante es simplemente insoportable. Se constata mucha imprevisión. Profesionales que no han estado a la altura.

He sido uno de los primeros en denunciar que Isabel Díaz Ayuso está sometida a una infame campaña de desprestigio por parte de la izquierda, y concretamente por el diario El País. Pero eso no quita para constatar también que Madrid está cometiendo errores de bulto. Sería deseable, en estos casos, escuchar a la presidenta alguna vez admitir que se ha equivocado, que ha fallado. La haría más creíble.

Ahora, por ejemplo, Ayuso ha salido a decir que todo se debe a un fallo del Gobierno de España, que debe tomar las riendas. Nunca es culpa suya… raro, raro. Y más raro si cabe cuando Galicia, gobernada también por un líder del PP, ha logrado un índice del 50% en la vacunación. Algo no cuadra.

Por cierto. Por fallos mucho más modestos que este de la vacunación, a uno lo ponen de patitas en la calle en cualquier empresa privada. Insisto: ¿por qué nuestros políticos no pagan sus meteduras de pata? Esperar cuatro años para ajustar cuentas parece, al menos en este asunto, insufrible. No hay derecho.

 

Más en twitter: @javierfumero

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato