Javier Fumero

Tres años más de Pedro Sánchez en La Moncloa

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Pues ya estaría. Pedro Sánchez ya tiene lo que lleva anhelando tanto tiempo; concretamente, desde el mismo día que entró por la puerta de La Moncloa: perfilar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado que le aseguren al menos tres años más al frente del Gobierno de España.

Y lo tiene hecho. Con la paciencia de un aparcero experimentado ha roturado el terreno, ha ventilando las tierras, ha elegido el mejor momento para la siembra, ha seleccionado buenas semillas, ha abonado el terreno con estiércol de primera calidad, ha utilizado incluso las borrascas y tempestades a su favor aprovechando el agua caída y ha esperado lo suficiente hasta comprobar que la planta se convertía en frutal. En enero, recogerá la cosecha. Vean lo que digo:

1. Roturar el terreno y ventilar las tierras. Prietas las filas en el PSOE nadie chista. Apenas cuatro voces de la vieja guardia (Felipe, Corcuera, Page… ni a Susana se le escucha ya) se atreven a manifestar públicamente su rechazo o discrepancia con la deriva de Pedro Sánchez. Silencio, gobernamos. Hay quien se echa las manos a la cabeza con algunas medidas pero lo hacen en la intimidad, nada grave. Este es el terreno socialista que permite al presidente centrarse en su plantación clave.

2. Elegir el mejor momento para la siembra. No se ha equivocado Pedro Sánchez en el momento elegido para lanzar su ofensiva a liderar el país. Podemos está en plena descomposición, más necesitado que nunca de esta alianza con Ferraz. El PP está en pleno proceso de reconstrucción: Gürtel, Púnica, Bárcenas y compañía se han llevado por delante un partido y rehacerlo llevará tiempo. Y Vox necesita tiempo para madurar. Tiempo que aprovecha Pedro Sánchez para explotar las respectivas debilidades y campar a sus anchas. 

3. Seleccionar las mejores semillas. Hay una semilla que se ha mostrado especialmente eficaz: la sembrada en Ciudadanos. Hace año y medio, Pedro Sánchez e Iván Redondo lanzaron una consiga para ganar las elecciones (como así fue): nosotros o los partidos de “la foto de Colón” (PP, C’s y Vox). Aquella simiente permitió a los socialistas revalidar victoria y matar políticamente a Albert Rivera. Descanse en paz. Ahora el Ciudadanos de Inés Arrimadas ha virado –como quería el PSOE- y se aviene a apoyar los Presupuestos. La formación naranja lo explica como puede: “Estamos donde tenemos que estar, en el centro, en la política útil”; el apoyo a las cuentas permitirá “salvar vidas y empleos”; y, mientras otros patalean, ellos “con un trabajo discreto, de hormiguita, ya hemos conseguido frenar muchas locuras en los presupuestos”. Lo cierto es que ya están donde quería el PSOE, también para el futuro: cuando toque dejar caer a Podemos, Pedro gobernará con Ciudadanos.

4. Estiércol de primera calidad. Pedro tampoco ha escatimado estas semanas con el abono para la tierra: 

-- La Fiscalía (¿quién manda sobre ella? pues eso) acaba de abrirle al Rey emérito el tercer procedimiento por presunto blanqueo de capitales –y ya van tres-, el Ejecutivo anuncia un órgano para controlar a la prensa y una Ley de Educación salvaje e inconstitucional (esto da igual: Podemos está muy satisfecho con todo lo anterior); 

-- Los presos de ETA están siendo acercados al País Vasco y el Gobierno acaba de rechazar una iniciativa para prohibir los actos de enaltecimiento del terrorismo, así como los que conlleven “humillación” a las víctimas de ETA (PNV y Bildu aplauden con las orejas); 

-- El Gobierno ha abierto la puerta al indulto de los políticos catalanes en prisión (mediante el cambio del tipo penal del delito de sedición, rebajando las penas y aplicando el carácter retroactivo) y va a establecer en la nueva Ley de Educación que el castellano deje de ser la lengua vehicular de la enseñanza (ERC ya tiene munición para explicar en Cataluña su apoyo a Pedro). 

 

5. Utilizar borrascas y tempestades. La pandemia se ha llevado por delante a Donald Trump, que iba a arrasar en los Estados Unidos utilizando los excelentes datos económicos que podía acreditar. En España, el coronavirus podía haberse convertido también en ese elemento atmosférico que arrasara con la cosecha del Ejecutivo de Pedro Sánchez. No será así. Para empezar, aquí no hay un proceso electoral en marcha. Pero además, Moncloa ha logrado distraer la atención de sus clamorosos errores multiplicando comparecencias, utilizando de pararrayos a diversos portavoces, cargando la mano contra Madrid y empleando espantapájaros varios, como la “cogobernanza”.

6. Esperar con paciencia. Lo del ‘Manuel de Resistencia’ no fue un decir por decir. El libro lo escribió para el presidente Irene Lozano pero por algo lleva la firma de Pedro Sánchez. En las tareas de agronomía esperar y ejercitar la paciencia es clave. No se puede tirar con violencia de los tallos para que las plantas aceleren su crecimiento. Es preciso gestionar el tiempo de otra manera. El inquilino de La Moncloa lo sabe y ha hecho los deberes, también en este campo.

¿Quién dijo que cultivar fuera un oficio sencillo?

Más en twitter: @javierfumero

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