Javier Fumero

Que Armengol expropie la vivienda que no utiliza Pedro Sánchez

Francina Armengol.
Francina Armengol.

El Govern socialista de Baleares ha decidido que la mejor solución para el problema de la vivienda es la expropiación, es decir, usurparle al legítimo dueño la propiedad de un inmueble para que el Estado lo destine a lo que le parezca oportuno.

Es un atropello indignante, más propio de una república bananera que de una sociedad desarrollada y cabal. Una medida que provoca una inseguridad jurídica brutal y espanta a martillazos a cualquier inversor que se precie: ¿para qué meter dinero en una región si te lo pueden arrebatar cuando al líder político le dé una ventolera?

La presidenta balear Francina Armengol y su consejero de Movilidad y Vivienda se sitúan con esta resolución emparentados con los anti-sistemas y anarquistas que están dejando Cataluña echa unos zorros. Los amantes de la kale borroka respiran por esta misma herida: guerra a la propiedad privada, caña a la empresa opresora, garrotazos contra el rico empoderado… por el bien del pueblo y para el bien del pueblo.

Expropiar 56 viviendas durante siete años es una barbaridad. Por más que se justifique diciendo que se les sustrae sólo a los “grandes propietarios” (sociedades inmobiliarias y entidades bancarias). Insisto: si estas empresas no han cometido ningún delito son sus legítimos propietarios.

Como esto es de primero de democracia y nadie lo puede discutir, los socialistas baleares se amparan en argumentos planteados en la Ley de Vivienda 5/2018 de 19 junio, aprobada en las Islas con el apoyo del PSOE balear y sus socios de gobierno, Podemos y los nacionalistas de Més. Es decir, han dado legitimidad parlamentaria a la fechoría.

Me parece, insisto, un atropello tremendo también por el debate de fondo que se abre: el Estado puede restringir los derechos individuales si lo considera justificado a ciudadanos que no han cometido ninguna transgresión. ¿Qué es eso de que no se pueden tener viviendas vacías? ¿Qué es eso de forzar un precio del alquiler? Pero ¿esto qué es? ¿Qué será lo próximo? ¿Obligarán a vender en tiendas unos productos en vez de otros? ¿Decidirán las carteleras del Cine? ¿Reglamentarán qué casos se deben juzgar y cuáles no? ¿Dónde se pondrá el límite? Cuidado…

Por lo pronto, para satisfacer el ansia viva por lo ajeno de Francina Armengol, yo le propongo la expropiación de la casa de Pedro Sánchez en Madrid, ahora que está vacía porque él y su familia viven en La Moncloa. Esto (un inmueble desocupado en la capital de España) me parece insolidario, una afrenta hacia quien no tiene, hacia todas esas personas que están sin hogar. No hay derecho.

Más en twitter: @javierfumero

 
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