Javier Fumero

Ay, Macarena

Macarena Olona clausurando el acto de cierre de campaña de Vox el pasado mes de junio
La candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, Macarena Olona clausurando el acto de cierre de campaña de Vox el pasado mes de junio

Lo de Macarena Olona no se entiende. Sonó extrañísimo desde el principio. Que alguien con tanto cuajo abandonara el Congreso para pelear en una región y su posterior implicación en una dura campaña electoral para llevar a Vox a un resultado histórico en Andalucía, no hacía presagiar lo que después sucedió.

Tras el estruendoso batacazo en las urnas, amagó con volver a Madrid pero el partido salió en tromba a decirle que de eso nada, que debía enterrarse en el sur de España durante cuatro largos años de mayoría absoluta de Juanma Moreno. Es decir, una condena al ostracismo pero de las buenas.

Y de repente, saltó la sorpresa en Las Gaunas: Olona anunció que abandonaba la política por problemas de salud. Un inciso: se está abusando tanto de este cliché (mutis por el foro por prescripción médica) que un día va a ser verdad y nos lo vamos a tomar a broma. En fin. Es lo que tiene jugar con las cosas de comer.

Lo cierto es que hasta sus compañeros de partido estaban mosca. No devolvió los mensajes de apoyo en agosto, no mostraba la menor sintonía con aquellos que estuvieron a su lado durante meses en el congreso. Nada. Cero. Silencio.

Pero para sorpresa, lo que anunció ella misma hace unos días a través de las redes sociales: convocaba a todos aquellos que la quieren bien y la apoyan… ¡a realizar el Camino de Santiago! Empieza hoy y llegó a decir que si alguien no podía acudir a la cita por problemas de financiación, que ella le pagaba los gastos. Insólito.

Tan insólito que se han disparado las especulaciones: se habla de una lucha de poder soterrada en Vox, de un pulso entre gallos en el que estaría implicado Iván Espinosa de los Monteros, de un deseo de crear una plataforma y pelear ahora por dar vida a una corriente interna en el partido verde…

-- “Con cada mensaje, palabra de aliento, abrazo, estáis marcando mis pasos. Voy de vuestra mano. Camino a vuestro lado, donde quiero estar”.

Este fue el mensaje que lanzó la exdiputada a una parroquia de casi 400.000 seguidores. Los mensajes de Olona, que parece recuperada de sus dolencias hasta decidir emprender una caminata de cierta exigencia, abren la puerta al primer gran desafío interno de Santiago Abascal. Ahora se entienden las caras de pesar y preocupación del líder estos días en el Congreso.

Más en twitter: @javierfumero

 
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