Javier Fumero

Humillante bajada gubernamental de pantalones

Los miembros del nuevo Gobierno presidido por Pedro Sánchez, antes de comenzar la primera reunión del Consejo de Ministros.
Los miembros del nuevo Gobierno presidido por Pedro Sánchez, antes de comenzar la primera reunión del Consejo de Ministros.

A mayor gloria de Esquerra Republicana de Cataluña, el Gobierno PSOE-Podemos comunicó al final de la tarde de este jueves que ‘donde dije digo, digo Diego’. O sea, que rectificaba por completo todo lo dicho y por supuesto que mantenía la mesa de diálogo con ERC prevista para la semana que viene.

Resumidamente, los hechos sucedieron así. A las 11:00h de este jueves, la vicepresidenta primera Carmen Calvo mostró serias dudas sobre una posible reunión con Quim Torra la semana que viene. Empezó a montarse una polvareda porque el Gobierno incumplía una de sus promesas para la investidura.

A las 12:35h, Moncloa anunció que mantenía el encuentro con Torra del próximo jueves pero que no habría Mesa de diálogo hasta después de las elecciones catalanas. Antes debía pronunciarse el pueblo catalán y ya se vería después de mayo o junio, una vez celebrados los comicios regionales.

A primera hora de la tarde, a eso de las 16:00h, ERC salió en tromba a dejar clara su indignación. El presidente del grupo de ERC en el Parlament afirmó que el anuncio de la Moncloa de posponer el diálogo hasta conocer la composición del Parlament y la formación de un nuevo Govern era “una irresponsabilidad absoluta”. El incendio creció y creció… hasta que Moncloa sacó los extintores y capituló.

A las 18:57h el Gobierno emitió un comunicado para afirmar que habrá Mesa de diálogo antes de las elecciones. Que todos tranquilos: nada de lo pactado se tocaba. Es decir, una humillante bajada de pantalones en toda regla.

Pero el enganchón político de este jueves ha sido especialmente torpe y dañino para el Ejecutivo. Se ha llevado por delante, ni más ni menos, que una de las fotos de la legislatura. Un acto que se había cuidado con mimo: la firma del acuerdo para subir el salario mínimo a 950 euros entre Gobierno, sindicatos y patronal.

La imagen con Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Nadia Calviño y compañía que con tanto esmero se había cuidado fue quedando eclipsada según pasaban las horas. Por la tarde apenas aparecía en las portadas de los digitales, dedicadas fundamentalmente a tratar el choque de trenes entre Gobierno y ERC.

Y no han pasado ni tres semanas desde que los ministros tomaron posesión del cargo.

Más en twitter: @javierfumero

 
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