Javier Fumero

BBC mala: eso no se le hace a Pedro Sánchez

Inmigrantes subsaharianos amontonados tras los enfrentamientos con la Policía de Marruecos durante un intento de salto de la valla de Melilla
Inmigrantes subsaharianos amontonados tras unos enfrentamientos con la Policía de Marruecos durante un intento de salto de la valla de Melilla

Ojo porque la cornada es importante. La vía de agua que ha provocado en La Moncloa el documental de la BBC sobre la tragedia de la valla de Melilla es de grandes proporciones. Atentos, por tanto, a sus pantallas. Porque estamos ante un tema especialmente sensible para Pedro Sánchez: su imagen internacional.

La cadena de televisión del Reino Unido contradice de plano en este reportaje la versión que difundió el Ministerio del Interior sobre lo que sucedió el mes de junio pasado, cuando 2.000 personas intentaron cruzar a España. Según la versión oficial, murieron 23 personas en el paso fronterizo; fueron más de 70, según algunas ONG.

El espacio de la BBC asegura también que agentes de la policía de Marruecos llegaron a arrastrar cuerpos sin vida de migrantes desde la zona española a la marroquí. De hecho, los periodistas británicos acusan al departamento que dirige Fernando Grande Marlaska de ocultar pruebas. También denuncia devoluciones en caliente y violencia "extrema" por parte de la policía de Rabat.

Interior ha salido en tromba a desmentir lo que se dice en ‘Death on the border’ (‘Muerte en la frontera’) asegurando que incluye “conjeturas sin aportar pruebas”. El departamento que dirige Grande-Marlaska ha confirmado su “respaldo” a los agentes del Instituto Armado que custodian la valla de melilla y defiende que su trabajo “se ajustó a la más estricta legalidad”.

-- “Nos sorprende que se puedan lanzar conjeturas sin aportar prueba alguna, sobre todo en un terreno en el que absolutamente nadie, ni la Guardia Civil, ni la Gendarmería, ni la Fiscalía General del Estado, ni el Defensor del Pueblo, ni las autoridades marroquíes ponen en duda que las muertes tuvieron lugar del lado marroquí”, explica la nota oficial.

El problema es que se trata de la BBC, ni más ni menos. No es el oráculo de Delfos pero la cadena británica acumula un bagaje de prestigio, rigor y seriedad labrado durante años de trabajos periodísticos brillantes. De ahí el daño que provoca esta pieza en la imagen presidencial.

Además, insisto, este es un tema especialmente sensible a Pedro Sánchez en estos momentos. Está mimando su perfil de estadista ganando estatura fuera de España con viajes, acuerdos y nombramientos. Ahí está su designación como nuevo presidente de una alicaída Internacional Socialista. Pero todo suma, le han dicho sus asesores.

Sin embargo, también hay cosas que restan. De ahí la alarma que ha provocado en Moncloa el citado programa de la BBC. El propio presidente ha sido pillado en un renuncio cuando aseguró que todo se había ajustado a la legalidad y un miembro del Gobierno (el ministro del Interior) habría mentido en sede parlamentaria. Ahí es nada.

Más en twitter: @javierfumero

 
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