Javier Fumero

Yo bebo Font Vella con tapón amarillo

Botellas de Font Vella con tapones de colores.
Botellas de Font Vella con tapones de colores.

Me cuesta entender esta campaña furibunda que se ha desatado contra Font Vella porque, supuestamente, habría comenzado a embotellar agua con un tapón amarillo de apoyo a los políticos presos en Cataluña.

En primer lugar porque se trata de un bulo. Es falso. La empresa pertenece al grupo Danone y su agua procede de un manantial ubicado en San Hilario Sacalm, provincia catalana de Gerona. Y este verano ha comercializado una oferta con 12 botellas que llevan tapones de varios colores (que incluye el amarillo) sin significación política alguna.

A través de su cuenta de Twitter, Font Vella ha explicado que las botellas de su marca tienen tapones en diversas tonalidades pero “no significan más que eso, colores”. A pesar de ello, muchos usuarios de las redes sociales siguen difundiendo esta falsedad.

Algunos comentaristas han sido contactados directamente por la empresa. Sin embargo, ahí siguen sus tuits: no han borrado los textos en los que aseguran que el tapón amarillo está relacionado con los independentistas encarcelados.

El tema ha sido tema de conversación estos días y ha dado juego al humor, faltaría más. Por ahí me encontré con uno que decía: “He llevado más allá mi BOICOT a Font Vella y no voy a beber agua NUNCA MÁS. Tampoco cerveza porque es AMARILLA. Sólo vino tinto rojo como la sangre de toro”.

Otro seguía por la vía de la reducción al absurdo: “Madre mía los limitados del boicot a Font Vella por tener tapones de color amarillo. Que no entren a una unidad de neonatos y se encuentren algún bebé ictérico que convulsionan”.

Pero es que, además de todo lo dicho, siempre he considerado un error el recurso al boicot. Me parece un gesto bastante infantil. Como la perrera que se pilla un niño malcriado cuando uno de sus deseos no ha sido colmado. El berrinche le parece poco y reacciona incluso haciéndose daño: “pues ahora no respiro”.

No sé. Creo que de pataletas, llantinas y escenitas andamos sobrados. Falta sensatez y medida. Porque el boicot no perjudica en nada a Puigdemont, Torra, los CDR o los muchachos de la Asamblea Nacional Catalana.

A quién hace polvo fundamentalmente es a los modestos trabajadores de Font Vella, Freixenet, Codorniú, Cola-Cao, Nescafé, Casa Tarradellas, Vichy, Donuts, Kinder, Gallina Blanca, Ligeresa, Frigo, La Piara, Buitoni, Matutano o La Sirena.

¿Qué culpa tienen ellos de tanto griterío? Ninguna.

 

Más en twitter: @javierfumero

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