A la calle sale Pedro

Pedro Sánchez en Canarias.

A Pedro Sánchez le aconseja ahora Oscar López, el jefe de gabinete que ha tomado el relevo de Iván Redondo en la sala de máquinas de La Moncloa. Su primera consigna ya se está aplicando: Pedro Sánchez va a pisar más la calle porque ahora debe estar cerca de los ciudadanos.

La tesis presidencial es que ha sido una equivocación priorizar el despacho, por más que esa imagen transmita sensación de gestión, dedicación y trabajo. Tampoco ha sido buena idea apostar de forma exclusiva por las comparecencias a través de ruedas de prensa en las que dar muchas explicaciones.

Aquello se convirtió en las famosas ‘homilías’ durante el año central de la pandemia, eternas apariciones televisadas dirigidas a evitar un error grave en cualquier comunicación de crisis: si no das muchas explicaciones los huecos e incertidumbres se llenan con hipótesis y suposiciones. Por eso se apostó por salir mucho en televisión, por largas comparecencias explicando cosas.

Oscar López explica ahora que un presidente que aspira a la reelección no puede dedicarse únicamente a aparecer en la pequeña pantalla. Debe estar cerca de la gente, en los actos de partido, a pie de obra, para transmitir lo que ha logrado el Gobierno en los últimos años y que el electorado vuelva a confiar en él para la próxima legislatura.

Por eso lo está sacando a la calle. Vean, por ejemplo, lo que sucedió este lunes. El propio Óscar López publicó un tuit en su cuenta con cuatro fotografías del presidente coronadas por el siguiente lema: “Imágenes de un intenso fin de semana de agosto”. Las instantáneas eran las siguientes: 1) Pedro Sánchez en su despacho hablando por teléfono; 2) Pedro Sánchez hablando durante una visita al centro de acogida de afganos en Torrejón junto a Úrsula von der Leyen y Charles Michel; 3) Pedro Sánchez firmando en la escayola de una vecina de Sotalbo (Ávila); y 4) Pedro Sánchez rodeado de ciudadanos y periodistas en uno de los pueblos afectados por los incendios.

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Ahora, a la calle.

Sin embargo, no sé si Oscar López tiene claro el principal problema que debe solucionar como jefe de gabinete: la falta de credibilidad del presidente. Ya lo he dicho en otras ocasiones: esta cuestión es extremadamente grave. Porque no hay nada más demoledor que un líder percibido como un mentiroso.

En este sentido, me llamó la atención una viñeta humorística que vi circular con fruición este verano por Whatsapp. Aparecía un Pinocho claramente reconocible que veía pasar ante él a Pedro Sánchez, caminando. El muñeco de madera decía una simple frase, demoledora, dirigida al viandante: “Adiós, maestro”.

¿Quién arregla esto? ¿Cómo se puede recomponer esta imagen? Enviar al personaje a la calle no parece suficiente. Se admiten sugerencias.

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