El carácter de Letizia
Altibajos. La Casa Real explicó al diario El Mundo hace unos días que el matrimonio de los Príncipes de Asturias sólo atraviesa los clásicos “altibajos” tan propios de una pareja que lleva diez años de casados.
Los rumores sobre una posible crisis en la relación entre Felipe y Letizia se suceden desde hace meses. Broncas en público, desplantes ostensibles ante terceros, salidas por separado, caras largas, ácidos reproches que han podido ser escuchados...
He preguntado por este asunto a una persona que ha podido estar bastantes veces con la pareja en privado. Me cuenta lo siguiente:
-- Felipe y Letizia no parecen llevarse mal, todo lo contrario. Se les ve muy cómodos juntos, tranquilos, sin disimulos o encorsetamientos.
-- Él no ha asistido nunca a una escenita como las que se han descrito en algunas publicaciones. No dice que no las haya habido: dice que no las ha visto nunca.
-- Le ha llamado la atención, en las distancias cortas, la enorme personalidad y carácter de Letizia. Salta a la vista –remarca- que tiene criterio propio y que no se corta un pelo cuando considera que debe hacer o decir algo.
-- Es muy incisiva cuando se interesa por alguna cuestión. No pregunta por preguntar. Carga la mano y no tiene reparos en plantear los temas enfocándolos desde una clara posición ideológica.
-- Es disciplinada pero, de vez en cuando, se salta el protocolo para saludar a alguien, interesarse por algo o ... Eso provoca alguna perplejidad a los responsables del ceremonial o a los organizadores del acto en cuestión.
Mi interlocutor mencionaba una última cuestión relevante. Se percibe claramente que las niñas Leonor y Sofía son el centro neurálgico alrededor del cual gira la existencia de Letizia.
Por eso –y esto es una reflexión que se hacía el otro día esta persona-, lo que más le puede estar costando a Letizia en estos momentos es tener que delegar la educación de las pequeñas al criterio único y exclusivo de la Casa Real. Porque sobre ese asunto ella no puede intervenir.
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