Javier Fumero

Para cuándo un casting de limpiacristales de semáforo

Una prueba para tocar en “la puta calle”. Eso es lo que está teniendo lugar en Madrid, en palabras de dos jóvenes cantantes que acaban de grabar un vídeo con cámara oculta. Para los no iniciados: el Ayuntamiento de Madrid ha abierto un proceso de audición para conceder licencias que permiten actuar en la calles de la capital.

No critico la labor cultural del consistorio madrileño. Tendrá luces y sombras pero a mí el balance general me parece positivo. Sin embargo, no entiendo bien este examen para músicos ambulantes. Si se quiere restringir su presencia, que se haga. Pero esta prueba de idoneidad me parece surrealista, la verdad.

Creo que no hay mejor escrutinio que el del público: si el intérprete es bueno, la gente le echará dinero. Si no, se tendrán que ir con la música a otra parte. No parece una mala vara de medir. Y es mucho más democrática.

Mientras tanto, los ciudadanos siguen teniendo que padecer esa plaga en aumento, incluso en invierno con los rigores del frío, de los limpiacristales en los semáforos. Eso sí que merece una buena política restrictiva porque, en bastantes casos llega al acoso. Principalmente, con las mujeres.

Se te acerca el individuo y, sin que casi te hayas dado cuenta, te planta la balleta en la luna de cristal. ¡Chof! Ya tienes la marca para todo el día. Habías dejado claro, con gestos ostensibles, que no te interesaba el servicio. Da igual.

Te deja en paz y se marcha pero por el retrovisor ves que con las señoras se ensañan: les insisten, les vacilan, las hacen rabiar y al final, les dejan una mancha en mitad de parabrisas como trofeo.

Es indignante.

Así que propongo dejar en paz a los músicos y emprenderla con estos abusones. ¿Nos harán caso algún día? Así lo espero.

 

Más en twitter: @javierfumero

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