Las cuatro claves nacionales del voto en Madrid

Es imposible que el resultado de las elecciones que se acaban de celebrar en Madrid quede circunscrito a esta Comunidad. Imposible. Por cuatro motivos:

-- Madrid ha enfocado la crisis económica y social derivada de la pandemia de modo muy diferente a como lo ha hecho Moncloa. Campañas de propagandas al margen, nadie puede negar eso. A unos les ha aparecido acertado y a otros, una aberración. Pero la sociedad madrileña ha sido la primera en posicionarse públicamente con un abrumador apoyo al modelo liberal de Ia Isabel Díaz Ayuso. Esto, no cabe duda, va a tener relevancia a nivel nacional.

-- La desaparición de Ciudadanos en Madrid supone otro importante dato para la política nacional. La formación naranja ha pagado muy caro su flirteo con el PSOE al más alto nivel para intentar desbancar al PP de varios gobiernos regionales y municipales. Así las cosas, sólo es cuestión de tiempo la reagrupación del centro derecha en todo el país. Esta situación es muy relevante porque fortalece al principal partido que se ha hecho con los votos del rival: el PP.

-- Madrid es una derrota personal de Pedro Sánchez. El PSOE de Madrid está que echa las muelas. Se muestra indignado por el obsceno desembarco de Moncloa en estos comicios. En otras citas autonómicas, los socialistas tenían varios frentes abiertos y, por pura limitación, no podía estar tan encima de la capital. Pero en este proceso Moncloa ha decidido prácticamente todo. Y si el candidato Gabilondo lo puso Moncloa, la derrota y la responsabilidad por el sorpasso de Más Madrid es también de Moncloa. 

-- Clamorosa derrota personal también de Pablo Iglesias. Estas elecciones permiten realizar una lectura también en clave nacional del movimiento más mediático de la campaña: el desembarco en Madrid de todo un vicepresidente segundo del Gobierno, para liderar un Podemos que corría el riesgo de no obtener representación. El resultado de este martes logra el objetivo de que Podemos siga en la Asamblea pero es un pinchazo en toda regla a sus expectativas. Queda como la última fuerza de izquierdas, superado amplísimamente por Más Madrid... y afónico: su mensaje antifascista no ha calado, ha perdido toda credibilidad. Por eso Madrid ha sido su tumba política. Lo único que quedaba por saber es cuándo se marchaba y en la noche de este martes Iglesias anunció que renunciaba a todos sus cargos. Lógico.

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