Javier Fumero

Te comiste el atasco porque te dio la gana

Hay un grupo de tuiteros que se han acostumbrado a dar publicidad a ideas, conceptos o reflexiones curiosas escuchadas en el lugar de trabajo. Añaden la etiqueta #Oídoenlaoficina y lanzan el mensaje.

No suelo apuntarme a ese tipo de movimientos, porque prefiero utilizar esas plataformas para asuntos menos anecdóticos. Sin embargo, hoy le dedicaré el blog a un comentario escuchado, efectivamente, en esta oficina.

Para los que vivan fuera de Madrid les diré que este lunes se colapsaron varias arterias importantes de la capital como hacía tiempo que no sucedía. Hubo ataques de nervios y bastante desesperación. Hasta un conocido director de periódico llegó a publicar en twitter que había tardado hora y media en un trayecto que normalmente supera en 15 minutos. Y añadió: “así se hunde un país”. Me pareció bastante exagerada la apostilla pero da muestra de cómo estaban los ánimos por aquí.

Pues bien. En la redacción alguien estaba hablando sobre lo sucedido cuando dijo: “somos bastante previsibles”. Destacaba, con cierto retintín, cómo los responsables del monumental colapso hemos sido los propios ciudadanos porque estábamos advertidos de antemano: había anuncio de lluvia y frío, era primer lunes del mes con las carteras bien surtidas para llenar los depósitos de combustible y se habían lanzado varias advertencias claras de la que se avecinaba.

De hecho, unos pocos decidieron evitar la carretera y acudieron al transporte público. Pero fueron los menos. El resto optó, como siempre, por el coche con la esperanza, quizás, de que todo fuera una exageración. Pues no. Te comiste el atasco porque te dio la gana.

Creo que el análisis es incompleto.

Para empezar, porque muchas personas que viven a las afueras de Madrid, bastante a las afueras, no pueden prescindir del vehículo. Sencillamente, no pueden. Viven en zonas mal comunicadas o necesitan la maniobrabilidad que ofrece un coche para combinar destinos: llevar a los niños al cole, llegar al trabajo, pasar por la tintorería…

Pero además, en algunos casos el problema es mucho más serio de lo que parece. Madrid presenta graves problemas de crecimiento en algunas zonas de la ciudad. El nudo norte, sin ir más lejos, se ha convertido en una ratonera para miles de personas. La inauguración de la Ciudad Financiera del BBVA supone el desplazamiento estimado de cerca de 6000 personas en la zona de Las Tablas. Todos ellos coinciden con empleados de otras grandes empresas como Vodafone, Telefónica o Mediaset, también ubicadas por la zona.

El caso adquiere ya unas dimensiones tales que un conductor desesperado acaba de abrir una  petición, en la plataforma Change.org, para exigir una solución al bloqueo regular del tráfico que se produce en este punto de la Nacional 1.

 

Como se ve, no es un tema sencillo. Seguimos haciendo caso omiso a las advertencias, cada vez somos más dependientes de los coches y las capitales se están saturando. A ver cómo resolvemos esto.

Más en twitter: @javierfumero


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