Javier Fumero

Cuánto necesitábamos una buena noticia

La campaña de vacunación se está desarrollando con cierta polémica, por los criterios de prioridad aplicados en algunas regiones
Vacunación contra la gripe.

Se nota cuánto necesitábamos una buena noticia. Por fin una puerta abierta a la esperanza, una luz sobre el final de este túnel tan oscuro. Un grupo farmacéutico que prepara una vacuna contra el coronavirus acaba de anunciar que ha logrado un 90% de efectividad en su ensayo y ha provocado un pequeño seísmo, por fin positivo.

Las bolsas de todo el mundo se han disparado. España lidera las subidas en Europa. Pero las caras de la gente… ¡qué caras! Menudo chute de adrenalina. También porque las noticias sobre las investigaciones de laboratorio sólo habían sido –una vez más- más bien pesimistas. Cobayas que se enfermaban y eso.

Todavía hay dudas importantes sobre esto de la vacunación, es cierto. Hay un buen puñado de preguntas que aún no han sido respondidas. Por ejemplo, las relativas a cuándo estarán disponibles los viales para la mayoría de los ciudadanos, qué colectivos van a ser atendidos primero, qué precio van a tener las dosis, cuántas dosis van a ser necesarias, qué efectos secundarios van a tener si apenas se ha esperado para comprobarlo…

A esto hay que añadir algo que citaba el fin de semana pasado Rafael Bengoa, el ex director del área de Sistemas de Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y asesor en materia sanitaria de Barack Obama durante su mandato como presidente de Estados Unidos. 

España, ha dicho Bengoa, tiene que vacunar al 70% de la población para frenar de forma efectiva la propagación del coronavirus. Y para esto hay que solventar dos desafíos: a) el tiempo y las dosis, necesitamos material suficiente y la operación llevará muchos meses; y b) lograr convencer a ese 44% de la población que, según el CIS, se muestra reacio a ponerse cualquier vacuna contra el Covid porque no se fían. 

Pero si no se vacuna al 70% de la población, insiste Bengoa, no se logrará frenar en seco la transmisión del bicho. Menudo reto de pedagogía y persuasión para Iván Redondo y compañía. Ahí les quiero ver. Venga, Iván: haz tu magia.

Por todo lo dicho, hay que ser prudentes. De acuerdo. Esto no ha hecho más que empezar. Una viróloga decía estos días que este anuncio no es el final de la pandemia, sino el comienzo del final de la pandemia. El matiz es importante. Pero a casi todos nos vale, claro que sí.

Más en twitter: @javierfumero

 
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