Javier Fumero

¿Dónde están los sindicatos?

Manifestación organizada por los principales sindicatos.
Manifestación organizada por los principales sindicatos.

Lo digo yo: están forjando su sentencia de muerte. Así de claro. Ver a los principales sindicatos de nuestro país, UGT y CCOO, tan callados y sumisos, babeando como dóciles perrillos falderos a los pies de sus amos, los líderes de PSOE y Podemos en el Gobierno, es un escándalo. Mientras tanto, el precio de la luz ahoga las economías de millones de negocios y hogares españoles y la inflación dispara el coste de la vida muy por encima de la subida de los salarios y pensiones.

Ya venían tocados de atrás, todo hay que decirlo. Todavía recuerdo aquel demoledor artículo, publicado hace seis años por la prestigiosa revista The Economist. Allí se acusaba a las centrales sindicales españolas de haber sido “parte del problema” en la grave crisis económica que padeció este país.

La retahíla de reproches era nutrida:

-- Han estado más preocupados por su “status quo” que por el de los trabajadores.

-- CCOO y UGT han obstaculizado la creación de empleo y eso les ha pasado factura: los españoles ven ahora con recelo a los sindicatos.

-- La desconfianza se acrecentó con la aprobación de la reforma laboral, que “golpeó” la figura de los representantes de los trabajadores.

-- La gota que colmó el vaso fueron los “escándalos de corrupción” que rodearon a las principales organizaciones.

-- La demostración de esta crisis de popularidad son los datos de afiliación sindical: entre 2010 y 2013 cayó un 5,9%, el tercer mayor descenso de toda Europa sólo por detrás de Grecia (-19%) y Reino Unido (-7%).

Ahora, lejos de intentar rescatar el crédito perdido y liderar las demandas de los españoles de a pie, acaban de hacer como quien no escucha. Varios colectivos como Ecologistas en Acción, Greenpeace, Alianza contra la Pobreza Energética y la CGT acaban de convocar para el 28 de octubre, en Madrid, la primera gran manifestación para exigir responsabilidades al Gobierno por el precio de la luz. UGT y CCOO han mirado para otro lado. Es asombroso.

 

No propongo su extinción, que no se me entienda mal. Los sindicatos deben cumplir un papel indispensable como contrapeso en las empresas. Pero para ello deben transformarse, afrontar una profunda regeneración que les aleje de los partidos políticos, los casos de corrupción y las subvenciones estatales. La fórmula no es tan complicada: organizaciones profesionales, muy sectoriales, pegados al terreno, sin apenas liberados, sin consignas ideológicas, ceñidos al estricto debate laboral de cada sector concreto, en cada ciudad o región...y muy flexibles, conscientes de que hoy, para sobrevivir, es preciso amoldarse a los cambios.

Seguimos esperando.

Más en twitter: @javierfumero

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