Javier Fumero

El señorito

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Sabrán ustedes que estamos en precampaña electoral cuando la aguja del insultómetro empiece a entrar en zona roja un día sí y el otro, también. Pues parece que nos acercamos peligrosamente. La ministra Teresa Ribera salió la semana pasada con todo a criticar el movimiento de Juanma Moreno en Andalucía sobre Doñana. Cuando digo “con todo”, me refiero a con pocas razones y mucha bilis.

El detonante ha sido la intención de la Junta de Andalucía de aumentar las hectáreas de riego en el entorno de Doñana. Por eso estalló la vice. No soy un experto, pero por lo que he podido leer, parece que el PP y Vox asumen aquí la defensa de los regantes, mientras que el Gobierno y la propia Unión Europea alertan del daño que esto causaría a este espacio natural, muy castigado ya por la sequía y por décadas de sobreexplotación de sus reservas hídricas.

En este contexto, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, soltó la ya famosa frase sobre el presidente Moreno Bonilla: “Desde su arrogancia de señorito hace un daño inmenso a Andalucía y a Doñana”. Y añadió: “Es una táctica propia del acosador: la culpa es del acosado, y en este caso, el acosado es Doñana”, ha dicho la ministra.

Parece que nuestros políticos no se percatan de que los insultos en campaña electoral son contraproducentes. No sólo generan crispación y tensión, no sólo se elude el debate político de ideas. Es que aleja a los ciudadanos de la política. Provoca desencanto, suspicacia, desánimo. No es posible que este sea el nivel, que no haya otra forma.

Pero hay asesores y estrategas que apuestan por esta vía para movilizar al propio electorado. Todavía recuerdo a José Luis Rodríguez Zapatero grabado por un micrófono indiscreto en Cuatro mientras le confesaba a Iñaki Gabilondo aquello de: “nos conviene que haya tensión”.

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) establece que los partidos políticos y las coaliciones electorales tienen derecho a realizar propaganda electoral durante la campaña electoral, pero esta propaganda debe ser respetuosa y no puede contener insultos ni descalificaciones. Da igual. Se pasan la ley por el forro si conviene. Se hace y punto.

Pues prepárense, que vienen más señoritos y acosadores.

Más en twitter: @javierfumero

 
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